Lo que está alertando la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Fegalago) sobre la crisis a consecuencia de las inundaciones producto de las incesantes precipitaciones y la falta de una política de infraestructura correcta en la zona, no es nuevo. Más de 90 mil hectáreas hundidas bajo las aguas luce una cifra catastrófica, pero reina el silencio.
El presidente de Fegalago, Paul Márquez informó que “al volver las aguas a su cauce, seguiremos trabajando como lo hemos hecho por generaciones”. La visión dacroniana del gremio de productores agropecuarios tiene su origen en los vaivenes climáticos al cual ya están habituados».
“Quienes hacemos vida en el Sur del Lago, siempre hemos vivido en la conciencia de que tenemos que lidiar con los picos climáticos anuales -dice el federativo-; las sequías y las inundaciones han sido nuestro pan de cada día siempre, y siempre, con en trabajo de todos, hemos salido adelante”.
Márquez, haciendo un balance sobre los daños causados por la vaguada en el Sur del Lago refiere que “por ahora, tenemos que esperar que las aguas bajen para ver el nivel de daño real. Son 90 mil hectáreas las afectadas hasta ahora, porque la naturaleza hace lo suyo y nosotros, como productores, vamos a sacar las aguas y hacerlo todo, para regresar a la normalidad”.
Sin embargo, muchas han sido las denuncias, casi a diario del gremio agroproductor sobre obras inconclusas o mal implementadas en los afluentes. Diques rotos, falta de dragado y obras de reemplazo inconclusas, entre ellas muchas que mantienen las vías de comunicación intransitables.
El gremio hace lo suyo, pero requiere de un Estado que le garantice respaldo, porque, solos no podrán y hace falta mucha inversión.
NAM/Redacción/Agencias
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