Prensa UViVzla, 17/04/2020.- El secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, Omar Ávila, señaló, a propósito de la conmemoración del Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, que Venezuela no escapa a la realidad de la explotación laboral en infantes.
“En el mundo, unos 400 millones de niños son obligados al trabajo forzoso; en Venezuela, aunque no manejamos cifras oficiales, no es la excepción; basta salir a la calle y ver por todos lados como hay niños en situación de calle, vendiendo o pidiendo dinero para entregárselos a un adulto; o incluso muchos infantes se ven obligados a dejar los libros para ir a la calle y se convierten en presa fácil de los distribuidores de droga o de prostitución”. Dijo Ávila.
Agregó que esa es la “terrible” realidad que se vive en el país, aunado a que gran mayoría abandonen sus estudios por tener que salir a buscar qué comer, “en un país en el que la inflación de lo que va de mes, ha sido en promedio, igual a la de los 3 meses anteriores”.
A juicio del también diputado a la Asamblea Nacional, la generación de infantes que han crecido en la Venezuela de estas dos últimas décadas, les ha tocado “comerse las frutas más podridas de esta revolución”.
En ese sentido, recalcó que el régimen socialista que inició Hugo Chávez y ahora continúa Nicolás Maduro, ha sido el único responsable de despilfarrar la mayor bonanza petrolera que se haya tenido en la historia de Venezuela. “Desde Unidad Visión Venezuela, consideramos que ha sido el daño más grande que nos han hecho estos socialistas, al tener hoy en día una educación empobrecida, con el peor internet de la región y los altos niveles de pobreza, donde los más pobres en medio de esta pandemia quedarán a la buena de Dios”.
Consideró que la educación en Venezuela era bastante moderna, hasta que llegó el Socialismo y reformaron el pensum educativo. “Sin embargo, y como no podemos ni debemos quedarnos solo en la crítica, proponemos trabajar para el mediano y largo plazo, y convertir la docencia en la profesión mejor pagada del país, donde se le dedique no menos del 10 por ciento del PIB a la educación, porque la mejor inversión es en el futuro de nuestros niños que se verá reflejado en el progreso del país”.
En ese particular señaló que la Educación marca el porvenir como ningún otro tema, “es allí donde está la verdadera semilla que hay que sembrar, para poder lograr el verdadero cambio”.
Educación y Covid-19
Omar Ávila añadió, que ante la contingencia por la pandemia del coronavirus Covid-19 y la suspensión de actividades académicas como medida de prevención –sin duda que es lo mejor para evitar la propagación del virus- se deben buscar alternativas para mantener a los niños activos en su proceso de aprendizaje.
Lamentó que las comunicaciones y la situación con los servicios en el país sean tan precarias y no resulten la alternativa más idónea para esta situación de confinamiento. “No podemos asegurar que tendremos educación virtual, cuando un tercio del país no tiene acceso a internet, en donde los cortes de energía eléctrica están a la orden del día, en donde tenemos la peor conexión de América Latina, y además en una Venezuela en la que hay hambre”.
Ante esa desigualdad existente en el país, desde Unidad Visión Venezuela, propone que se implementen varios mecanismos, obviamente sin descartar las clases por internet (que en la educación privada están de acuerdo), pero que esto representa apenas el 18% del país.
Aseveró que el mecanismo inmediato más eficiente que puede llegarle a la mayoría del país, es que se impriman planes de estudio y tareas por grado y materia, y que estos sean distribuidos a través de los CLAP.
“Es importante que el gobierno vaya explorando a través de los medios de información pública, la implementación de las clases por radio y televisión, para que a través de esta vía se llegue a un sector mayor de la población, para ello deben buscar la inmediata asesoría de los chinos, que ya han implementado este mecanismo, tomando en consideración que esta situación no se va a resolver a corto plazo, y hay que ir visualizándonos en lo que sería el nuevo año escolar”.
Finalmente aspira poder ser recibido en el Consejo de Estado, o por el ministro de Educación, para exponerle en detalles las propuestas de la organización política que representa, y de esta forma explicarles su propuesta, “para que los niños puedan preservar una dinámica de estudio en la que realmente aprendan”.