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jueves, 28 de marzo del 2024
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Fisco venezolano no percibirá este año ingresos petroleros

Venezuela se caracteriza por ser una economía altamente dependiente del petróleo y de los recursos en divisas que recibe de las exportaciones de crudo, desde al menos, los años 30 del siglo XX. Hoy, al parecer se estaría viviendo el fin de la era petrolera que prometía un nivel de desarrollo más alto que el de las naciones vecinas.

Esta afirmación se basa en que el país cumplirá siete años de recesión y habrá perdido en 2020 casi 80 por ciento del tamaño de su economía justamente debido a la debacle de la producción petrolera, el impacto de las sanciones de Estados Unidos y la caída de los precios del crudo en el mercado internacional.

Pero este año la economía venezolana no sólo se verá afectada por las consecuencias que genere la cuarentena y paralización de actividades para evitar la propagación del Covid-19, sino también por la significativa reducción de los recursos en divisas que le aporta el petróleo. Durante este año y por primera vez en su historia, el Fisco dejará de percibir ingresos petroleros.

El desplome de 71 por ciento del valor del crudo nacional en lo que va de año es dramático para sus finanzas venezolanas debido a la alta dependencia del ingreso petrolero. En la semana que concluyó el 10 de abril, la cesta petrolera venezolana promedió 16,89 dólares por barril ($/b), lo que arroja un promedio anual cercano a los $/b39.

«Tomando en cuenta los precios, los descuentos a los que negocia Venezuela y las limitaciones para comercializar los hidrocarburos locales, se estima que los ingresos por exportaciones petroleras en 2020 estarán en por debajo de los 5.000 millones de dólares», refiere en un informe la consultora Econométrica.

Además, las exportaciones en febrero de 2020 disminuyeron a 680.552 barriles diarios (b/d), lo que representó una caída de 22 por ciento respecto a enero de este año, según cifras publicadas por la agencia de noticias Bloomberg. Este número de barriles podría bajar más dado la caída de la demanda mundial y el recorte de producción propuesto por la OPEP.

Esto hace que surja la pregunta de con cuánto contará la administración de Nicolás Maduro en ingresos en 2020 y cómo queda su déficit fiscal si el país requiere tantos recursos para importar alimentos, medicinas y gasolina.

Estimaciones de la consultora Ecoanalítica refieren que para este año habrá un déficit de entre 13% a 14% del Producto Interno Bruto (PIB). Calcula además que el precio promedio del petróleo será de $/b24,65 y una producción de 400.000 bd. Cifras preocupantes por cuanto lo que produzca Venezuela será sólo para pagar deuda a China y para canjear crudo por alimentos o aditivos para gasolina.

«En 2020 no habrá ingreso fiscal petrolero. Venezuela no tendrá cómo financiar el déficit, por lo que deberá recurrir a la expansión monetaria potenciando nuevamente la hiperinflación», advierte Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.

Las estimaciones de la consultora refieren que ya desde el año pasado, las finanzas del régimen experimentaban una fuerte contracción. En 2019, los ingresos fiscales petroleros fueron de 1,6 puntos del PIB y los no petroleros de 3,1 puntos del PIB. Mientras que el gasto público abarcó 14,1 puntos del PIB.

Por su parte, las importaciones totales en 2019 finalizaron en unos $13.000 millones, para este año Ecoanalítica calcula sea de unos $6.100 millones. Este último monto resulta muy superior a los $3.600 millones que se espera de las exportaciones petroleras, aunque no todo será en cash (efectivo).

«Estimamos una contracción de dos tercios del ingreso petrolero, con una producción por debajo de los 400.000 barriles diarios. Esto traerá efectos perniciosos para el país, entre ellos, una caída de las importaciones especialmente de combustible, alimentos y medicinas que eran las mayores compras externas del sector público», sostiene Oliveros.

José Manuel Puente, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), coincide en que Venezuela se «encuentra contra la pared» para poder financiar su gasto público. Resalta que la crisis del coronavirus aparece en una situación muy frágil para la nación desde el punto de vista macroeconómico y de las finanzas públicas.

Recordó que el país se encuentra en default de su deuda externa (tiene cerca de $25.000 millones de bonos vencidos y no pagados) desde el año 2017, por lo que los mercados financieros internacionales están cerrados para Venezuela, así como la asistencia o financiamiento de los organismos multilaterales.

«Venezuela está contra la pared, sin ahorros, con las reservas internacionales más baja de los últimos 31 años, con los mercados financieros cerrados y sin la posibilidad de acudir al FMI que era una de las vías obvias en una emergencia como la actual», dijo.

Econometrica señala en su informe en que la industria petrolera podría presentar aún más problemas de operatividad dada la nueva caída de los precios del crudo, por lo que esto significaría no solo dificultades para los pagos de deuda, sino también de producción.

«Por tanto, el gobierno deberá ajustar su presupuesto y tomar medidas económicas urgentes, ya que muy difícilmente puede recurrir al financiamiento externo, el cual se encontraba cerrado previamente», indica la consultora.

Catástrofe

Puente resalta que en la escasez de gasolina se tiene la evidencia empírica más clara de que el gobierno no tiene efectivo, cash o recursos par seguir importando aquellos rubros que son políticamente muy sensibles como la gasolina. El gobierno había resuelto hasta ahora vía importaciones el abastecimiento de combustible a través de sus aliados políticos, pero al no tener dólares no pudo seguir importando.

«La escasez grave de gasolina no tiene que ver para nada con el problema del coronavirus, sino con la quiebra financiera de un Estado debido a diferentes variables», apuntó Puente.

Refiere que hoy Venezuela produce cinco veces menos de lo que produjo en el año 1998, por lo que esto sumado a que vende el petróleo por debajo de su costo, evidencia que el país tiene pérdidas significativas. Recordó las cifras que ha emitido el Fondo Monetario Internacional (FMI) que indican de déficits fiscales para el país de dos dígitos de entre 18% a 20% del PIB, por lo que este año el panorama será similar.

«Esto es una catástrofe macroeconómica y fiscal. Los ingresos de este año van a ser muy bajos o inclusive cero, dependiendo de cómo evolucionen los precios durante 2020. Inclusive podríamos observar una pérdida neta para Pdvsa por seguir vendiendo petróleo a descuento y por debajo de su costo de producción», afirmó Puente.

El gobierno decretó en 2018 la exoneración del Impuesto sobre la renta (ISLR) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las empresas mixtas del sector petrolero, por lo que aunado al factor hiperinflacionario que para este año el FMI lo calcula en 15.000%, los saldos reales de los ingresos fiscales se verán impactados por esta tasa de inflación.

«Que el Fisco no reciba ingresos por recaudación petrolera es paradójico siendo el país con las principales reservas petroleras del mundo, es decir, 25% del petróleo en el mundo se encuentra en Venezuela», destacó el profesor del IESA.

Vale recordar que entre 1999 y 2014, Venezuela recibió $960.589 millones, aproximadamente, por exportaciones petroleras. Es decir, un promedio de $56.500 millones anuales durante 17 años.

Crisis hasta el 2021

En 2019 el país vivió sanciones de EEUU, megaapagones eléctricos, protestas por falta de servicios y presión política y, todo ello vaticinaba un inminente colapso económico. No obstante, Maduro tomó a finales de año una serie de medidas que permitieron abastecer nuevamente los anaqueles de los supermercados, dejando una «sensación» de mejoría a comienzos de 2020.

Flexibilizó los controles de precio y de cambio, dejó que empresarios importaran con sus propios dólares y eliminó el cerco en puertos y aduanas. pero aún se contaban con un país colapsado en sus servicios públicos y la profundización de la escasez de combustible. Con la paralización de actividades por la cuarentena, la debilidad de la economía será mayor.

Con una nueva previsión de la economía venezolana, el FMI estima una contracción de 15% en 2020. Con este resultado se calcula una perdida de la economía de entre 75% y 80% en un período de siete años. Esto significa además que en 2020 la producción de bienes y servicios que podrá ser pechada por impuestos, será apenas un 20% de lo que era la producción del año 2013.

«Esto es una catástrofe en términos de producción pero también en términos del aporte que pueda hacer al Fisco vía IVA la actividad de producción de bienes y servicios. Para 2021 muchos organismos internacionales esperan una recuperación de la economía global, sin embargo para Venezuela se proyecta que siga en recesión», acota Puente.

En medio de esta crisis que se avizora, Oliveros observa un punto positivo. Explica que los niveles de reducción del petróleo en la economía será menos pernicioso para el sector privado, pues desde hace ya un tiempo no depende de los dólares que le ingresan al Estado venezolano.

«El sector privado en este momento no depende de los petrodólares ni de la inyección de divisas por parte del Estado, ahora depende de sus propios dólares y esto es algo positivo, aunque se ven afectados por la contracción económica es un punto positivo el no estar atado a la aprobación de divisas por parte del gobierno», apuntó.

Fuente: Tal Cual 

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