Nacido en Palmarejo, municipio Santa Rita, un 22 de diciembre de 1937, en el seno de una familia humilde. Sus padres Augusto Báez y Esperanza Jordan de Báez, eran personas muy trabajadoras que se esforzaron demasiado para levantar el núcleo familiar. Fue el tercero de los seis hermanos Báez Jordan y desde muy pequeño junto a su hermano Duval se encargaba de las tareas del hogar. Además, vendían helados por las calles del poblado.
A la edad de 12 años conoció a su primer y único amor, su esposa Ana Pineda de Báez, una mujer muy encantadora que supo ganar el corazón de este humilde hombre y de cuya unión matrimonial procrearon 10 hijos, Elías, Anita, Alice, Carlos, Tibisay, Freddy, Jefry, Mariela, Eliana y Gustavo.
En la década de los años sesenta, su hermano Augusto tuvo la iniciativa de comprar una lancha y venirse de Santa Rita a Ciudad Ojeda para ponerla a trabajar en el transporte de personal y de materiales, encomendándole a Duval y Elías la tarea de ayudarlo, de capitanear la lancha y cuidar la inversión que había realizado.
Para el año de 1973, la suerte toca su puerta, haciéndose acreedor de un millón de bolívares en una carrera de caballos, dinero el cual invirtió junto a sus hermanos en la compra del terreno donde hicieron crecer a la empresa «Lanchas Zulianas», la cual prestó 43 años de servicio en transporte lacustre y mantenimiento de unidades de barcazas, remolcadores, gabarras y lanchas de PDVSA.
La muy larga presencia de Lanchas Zulianas en la comunidad de Las Morochas, significó una constante de beneficios y auxilio para las humildes familias de ese vecindario, en especial durante la época de Navidad y año nuevo, cuando Don Elías Báez practicaba con religiosa regularidad el reparto de bolsas con alimentos y paquetes con juguetes a diferentes y humildes familias del área.
Incursiona en la política, en 1995, al ser postulado como candidato a la Alcaldía del Municipio Lagunillas por el partido Convergencia, considerando esta participación como una gran experiencia dada las muestras de solidaridad expresadas en los contactos con los pobladores de nuestra entidad.
Humildad, calidad humana, sentido de solidaridad y pasión por el trabajo fueron algunas de las virtudes que le caracterizaron. Con un gran amor hacia el prójimo, siempre estuvo dispuesto ayudar a quienes necesitaban de una mano en momentos difíciles, y que él sin conocerlos les brindaba el apoyo incondicional de un amigo. Su vida se apagó el 11 de abril de 2010 a la edad de 73 años producto de un problema cardiaco.
Cronista del Municipio Lagunillas