Pascual Taddei nació el 24 de octubre de 1927 en Morro D´Oro, un municipio situado en el territorio de la Provincia de Teramo, en Abruzos, (Italia). Desde niño, trabajaba junto a su padre y hermanos en el campo. Después de finalizada la segunda guerra mundial en 1945, su padre le sugirió emigrar a Venezuela para trabajar. Tres años más tarde, el 23 de octubre de 1948, un día antes de cumplir sus 21 años, llegó a nuestro país y recorrió gran parte del territorio nacional antes de establecerse en Ciudad Ojeda. Durante los primeros meses en Venezuela, atravesó por muchas dificultades debido a que no sabía hablar español y no tenía un oficio para trabajar.
Llegó a Maracaibo en 1949 y trabajó en la cocina de un famoso hotel durante 4 años. En la tierra del sol amado escuchó hablar de Ciudad Ojeda y de las empresas petroleras, contratistas y la gran cantidad de inmigrantes que vivían allí. Movido por la curiosidad, atravesó el lago en piragua y contrató los servicios de un chofer para que lo llevara a conocer una ciudad que imaginaba como una gran metrópolis. A su llegada, había llovido mucho y las calles eran de arena. A pesar de las condiciones climáticas adversas, insistió en que el chofer entrara a la ciudad. Desafortunadamente, debido a la gran cantidad de árboles caídos en la vía, uno de los cauchos explotó y se vio obligado a abandonar la ciudad antes de poder explorarla completamente.
En 1953, Pascual Taddei se dirigió a Bachaquero donde trabajó como cocinero. Un par de años después, se trasladó a Tía Juana donde montó su propio restaurante. En esa población conoció a Laura Belmonte, una joven oriunda de su país natal con quien contrajo matrimonio el 07 de junio de 1958. Luego de casarse, se trasladaron a Ciudad Ojeda por sugerencia de un amigo y abrieron una tienda de regalos.
Desde el principio, Pascual Taddei sintió un gran respeto por la ciudad y su gente. Se dedicó a trabajar desinteresadamente para procurar su progreso y bienestar. Participó activamente en actividades comerciales y sociales, y estuvo vinculado con casi todas las instituciones benéficas y comunitarias de la ciudad. Su labor altruista se centró en mejorar la calidad de vida de sus habitantes, especialmente los más necesitados.
La falta de opciones de alojamiento de calidad en Ciudad Ojeda motivó a Pascual Taddei, conjuntamente con su esposa y cuñados Nicolino y Antonio Belmonte, a fundar el “Hotel América”. La familia trabajó en conjunto para establecer el hotel y lo convirtió en un negocio exitoso que ha sido una parte integral de la comunidad local durante décadas.
Destacó por su participación en instituciones gremiales y benéficas por las que sintió una gran pasión siendo un trabajador incansable. Entre ellas fue Presidente de las Aldeas Infantiles, Presidente del Banco de Sillas de Ruedas, miembro del Rotary Club, del YMCA, Centro Italo, ACIL y Liga Anticancerosa.
Es difícil hablar de las muchas acciones benéficas que Pascual y su esposa llevaron a cabo, ya que fueron muy cuidadosos y no quisieron que sus buenas obras se hicieran públicas. Las pocas cosas que se conocen fueron relatadas por aquellos que se beneficiaron de su caridad o por aquellos que la ejercían en su nombre.
En su deseo de retribuir a esta tierra, que sentían suya y en agradecimiento, junto a su esposa Laura Belmonte de Taddei hicieron de un sueño una realidad la “Fundación Divino Niño”. Desde su creación en 1999, ésta institución ha promovido el desarrollo espiritual, social, educativo, económico y cultural de Ciudad Ojeda.
Pascual Taddei, un hombre extraordinario, falleció el 17 de febrero de 2008. Su ejemplo inspiró a muchos a seguir sus pasos y continuar con la labor social que él inició. A través de su trabajo, demostró que una sola persona puede marcar una gran diferencia en la vida de muchas personas. Su legado como filántropo continúa siendo recordado y apreciado por muchas personas en la región.
Cronista del Municipio Lagunillas