El término encaje legal bancario ha sido muy comentado en los últimos tiempos en el país.
Realmente era poco conocido sino hasta en la actualidad, especialmente por el significado que tiene sobre la actividad productiva del país
El encaje Legal, puede definirse como el porcentaje de los depósitos recibidos por cada banca, que no pueden ser utilizados y se obliga a ser transferidos al BCV, y esto implica que del porcentaje que establece el Banco central puede destinarse a el otorgamiento de crédito para las empresas y personas naturales.
Por ejemplo, si el encaje fuese de 10% y se registran depósitos por 20 mil Bs, solo podrán estar disponible 18 mil y la diferencia (2.000), no pueden ser utilizado por la banca.
El encaje busca proteger en su concepto y objetivo a los ahorristas en caso de que se produjese crisis bancaria.
Pero también el encaje legal se convierte en un instrumento de política monetaria, como la de estimular la actividad productiva ante una crisis, buscando estimular y reanimar la actividad productiva con una expansión de su oferta de dinero a través del crédito bancario, esto es cuando se reduce el encaje legal.
En caso contrario , se persigue disminuir o frenar la liquidez aumentando el encaje legal.
Las instituciones bancarias tienen la obligación de mantener una parte de sus depósitos en reserva ante el Bcv, de acá se desprende el concepto de encaje legal.
Por lo tanto un alto nivel de encaje como el que tiene Venezuela en estos momentos, reduce la cantidad de recursos disponibles para ser utilizados como crédito por la banca.
Si bien es cierto, que muchas empresas aprovecharon la baja de interés para acceder a créditos que a su vez lo utilizaban para comprar divisas.
Ese alto nivel de encaje a reducido la política crediticia de la banca afectando al sector productivo nacional, que no encuentra mecánicos legales de acceder a créditos y que pone en riesgo a la banca, que al estar obligado a cumplir con esta disposición se ve afectado su principal objetivo, como lo es la política crediticia.
Es de señalar que ante está situación el sector privado nacional pide al ejecutivo nacional una reducción del encaje.
Todo lo anterior descrito no es más que una debilidad característica de la crisis que vive el país, al no tener el gobierno una política económica clara, bien definida, que se oriente no solo a detener los altos niveles de inflación, sino una baja actividad industrial, comercial y caída del sector agrícola, sumado al deterioro de nuestra principal actividad, como lo es la petrolera.
El país se le suma la caída de sus ingresos al no contar con posibles accesos al crédito internacional, no solo por las sanciones económica, si no por su falta de una política pública clara y bien definida, que se destine a recuperar su producción y la confianza que es un elemento clave y fundamental de toda política económica
Se puede señalar que el anuncio del presidente de ordenar la disminución del encaje legal de 85 a 73% es una buena intención aunque no se precisa, como manejará la banca el 10% de sus recursos para otorgar créditos indexados al sector privado y particular, por otro lado resultan poco suficientes estás medidas por cuanto el país requiere de un alto nivel de recursos para reaccionar la economía y nosotros no contamos con acceso al crédito internacional y más aún debemos solventar el problema del default, para poder generar confianza en los mercados financieros.
Es bueno señalar que la situación de default se presenta cuando no podemos cumplir nuestra obligación de cancelar deudas con sus intereses y está situación la vive el país, lo cual lógicamente no es de confianza para los mercados financieros.
En conclusión, la reactivación económica se ve muy necesitada de un plan de políticas públicas claras y dirigidas a la reactivación de la actividad productiva del país, y este punto no está ni claro ni definido por lo que es urgente definir cómo enfrentar nuestra delicada situación económica.