La remoción de tierras y deforestación son ambientes idóneos para la creación del mosquito que transmite la enfermedad que estaba radicada en Venezuela desde hace años
La minería ilegal que está destruyendo el ecosistema en el Alto Orinoco, en el estado Amazonas, genera de manera considerable el ambiente idóneo para que se produzca una epidemia por malaria.
Así lo dio a conocer Armando Dola, presidente de la asociación civil Kapé – Kapé, organismo encargado de los derechos humanos y civiles de las comunidades indígenas en Venezuela.
Según Dola, la remoción de manera indiscriminada de tierra, así como la deforestación sin control de la jungla amazonense, junto con el clima de la zona, generan charcos, lagunas y pozos estancados, que son el caldo de cultivo del mosquito Anopheles.
A través de una entrevista en la emisora Éxitos, de la cadena radial MundoUR, Dola manifiesta que la reaparición de esta enfermedad en el estado Amazonas, la cual había sido radicada hace algunos años, afecta de manera considerable a diversas comunidades indígenas en el estado del sur.
Autoridades regionales en el estado Amazonas anunciaron a comienzos de semana el brote de la malaria en el Alto Orinoco.
El gobernador de la entidad, Miguel Rodríguez, indicó que ya hay equipos especializados en control de malariología en las zonas afectadas, atendiendo a las comunidades indígenas.
Dola recuerda que a principios del 2023 ya la organización que dirige había anunciado la reaparición de la enfermedad en la comunidad de Río Negro. Manifiesta que para el momento, las comunidades indígenas ya solicitaban la ayuda para atender los casos.
Cifra alarmante en Amazonas
El gobernador de Amazonas confirmó la presencia de la malaria, también conocida como paludismo, en regiones como San Carlos de Río Negro, Casiquiare y Atabapo.
En Casiquiare, para el lunes 30 de enero, detectaron 50 pacientes positivos y en Río Negro eran 11 casos. Ya el fin de semana habían reportado 89 casos en la zona, para un total de 150 enfermos.
«Todo indica que el vector proviene de comunidades de Casiquiare y los casos, en su mayoría, del pueblo yanomami. Hemos decidido abordar de manera progresiva el cerco epidemiológico en San Carlos», dijo en sus redes sociales Miguel Rodríguez.
La autoridad regional asegura que han controlado la situación con un cerco epidemiológico y actualmente no habría nuevos reportes de contagiados.
Dentro de los planes ejecutados resaltan la vacunación, asistencia de personal médico y la fumigación, no solamente en las comunidades indígenas afectadas.
Fuente: impactovenezuela
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