Comienzan a conocerse detalles de lo peligroso que es permanecer en un albergue. Algunos migrantes lo comparan con una cárcel
La muerte de un venezolano en un albergue Randall’s Island, de Nueva York desató el miedo y la angustia en el recinto, donde predomina la ley de la selva, según constató un equipo de Univisión.
Un migrante venezolano, bajo el anonimato para proteger su vida, advirtió la situación de inseguridad que se vive en el refugio, donde predomina la “ley de la selva”. “Ningún ser humano tiene que pasar por eso, porque esa mie** es una cárcel. Hay vigilantes por todos lados, pero nadie hace nada”, indicó.
El venezolano, que tiene cerca de dos meses en el refugio, asegura que “si ahí te pasa algo conmigo, ¿sabes qué te salva? Que corras más que yo”, comentó.
Comparó la situación que se vive en el albergue con el de una cárcel.
Un migrante de origen colombiano, recién llegado, relató que la pelea donde murió Dafren Cañizález empezó en el comedor y luego continuó afuera.
Entre otros detalles que se conocieron tras la muerte del venezolano, destacan que en la puerta del refugio no revisan a nadie. Los migrantes temen que cualquiera pudiera entrar con un arma y pase lo peor.
Mientras que las autoridades de la ciudad de Nueva York anunciaron que pondrán detectores de metales en los refugios, verificarán los antecedentes penales de cada solicitante de asilo y colocarán carteles que indican los códigos de conducta.
impactovenezuela
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