El citojense se hacía pasar por clérigo para cometer millonarios hurtos. Cuerpo de seguridad garantizó recompensa por información sobre su paradero y por eso huyó al país austral en 2020, donde producto de sus delitos, vivía en un apartamento de lujo.
¿Enfermo? ¿Esquizofrenia? Juan Salas, famoso por violar la seguridad de eventos musicales y artísticos, y célebre por burlar en 2007 el anillo del entonces presidente Hugo Chávez en un acto público en Venezuela, fue detenido por la Policía de Investigaciones en Tocopilla, región de Antofagasta, Chile, y en su formalización en el Ministerio Público, apelaba a la lastima para librarse nuevamente de las rejas.
“Doctor, yo amo a Chile, yo tengo problemas y necesito que se me ayude”, clamaba Salas, natural de Ciudad Ojeda, estado Zulia, quien quedó en prisión preventiva luego de comprobarse su participación en el robo que afectó -el pasado lunes 24 de julio- al Ministerio de las Culturas, Santiago, desde donde se sustrajeron dos computadores.
No hay un diagnóstico firme que muestre que Salas tenga alguna enfermedad psiquiátrica. Sin embargo, esta versión le funciona. En el tribunal vociferaba que actuaba por órdenes de Lucifer. Al menos ha caído preso en 4 oportunidades, una de ellas en Caracas, donde hurtó equipos en un colegio haciéndose pasar por funcionario de la Zona Educativa.
Salas fue formalizado por la fiscal Tania Sironvalle, a cargo de la investigación, quien explicaba: “Esta persona fue detenida y formalizada pro haber sustraído, aplicando la fuerza, dos computadores de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural (…). En la descripción de los eventos, le señalé al magistrado que minutos antes esta misma persona había ingresado al ministerio de Desarrollo Social (Mideso), pero sin éxito. En ese lugar no sustrajo ningún elemento, tuvo éxito en la Subsecretaría de Patrimonio Cultural”.
El planificaba sus acciones. Seguimos recabando evidencias porque habría participado en otros hechos delictivos”, afirmaba la fiscal. El citojense, quien suele librarse de penas alegando sufrir esquizofrenia, tiene un nudo complejo de desatar. Al momento de su captura, se dirigía a Arica, más al norte, en un autobús. De Santiago se marchó dejando un apartamento de lujo, amoblado, gracias a sus actividades delictivas.
Salas habría actuado solo, aprovechando el descuido de los guardias de seguridad del Palacio Pereira. El imputado también había ingresado de forma irregular, sin identificarse y sin autorización, al Ministerio de Desarrollo Social. Ese hecho generó que la cartera liderada por Giorgio Jackson pusiera término anticipado al contrato con la empresa HM Seguridad.
Huyó de Santa Marta
Las autoridades chilenas identificaron públicamente a Salas como Juan Pablo Sánchez, pero en su poder tenía cuatro documentos de identificación diferentes. Aseguraron que ingresó al país de manera irregular. Versión Final, sin embargo, accedió a información que revela que el “hombre invisible” vivió un buen tiempo en Santa Marta, Colombia, donde se convirtió en un dolor de cabeza para las autoridades, según Radio Caracol.
La Policía Metropolitana de Santa Marta llegó a ofrecer $3 millones como recompensa para quien diera información sobre el venezolano, de acuerdo con reportes policiales se hacía pasar como empleado de las curias y hasta como estudiante de seminario para ganarse la confianza de los clérigos y así cometer varios hurtos.
En un momento de descuido el hombre subió, entró a mi habitación y se robó un celular, dinero en efectivo (…) todo lo que se robó suma más o menos $7 millones. Ese tipo es un experto, un profesional que se mete con bastantes personas, entra, roba y sale”, afirmaba el padre Juan José Mercado, en octubre de 2020.
El Seminario Mayor San José y la iglesia La Candelaria de María Eugenia también fueron blanco del saqueo del venezolano quien nuevamente se victimiza y pide ayuda. “Este hombre arma una fachada para entrar y para armar todo (…) él tiene que tener conocimiento de cómo puede llegar a una parroquia y decir que es seminarista», señalaba el sacerdote.
Salas es recordado por irrumpir en una alocución del expresidente Hugo Chávez, el 4 de febrero de 2007 en Los Próceres. Su nombre ganó dos años antes presencia y centimetraje en los medios por saltar sobre el piano de Franco de Vita en el Miss Venezuela de 2005. En 2008, en Maturín, estado Monagas, interrumpió el juego entre Brasil y Argentina con Messi y Ronaldinho en el terreno y en marzo de ese mismo le arrebató el micrófono a Alejandro Sanz en Puente Santander, Colombia, en el concierto fronterizo.
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