Cuando el calendario marca 28 de diciembre, Dia de los Santos Inocentes, un carnaval de desenfreno se apodera de las calles que circundan la Plaza Alonso de Ojeda para dar vida a la Fiesta de las Locas.
No se conoce con exactitud cuando se iniciaron, pero se presume que surgieron de forma espontáneamente en la década de los cuarenta, cuando un grupo de hombres bajo los efectos del alcohol se vestían de mujer, cada 28 de diciembre y alegraban con su graciosidad a los vecinos del casco central de nuestra Ciudad.
Con el transcurrir de los años se convirtió en una tradición, y aunque no es ni religiosa o histórica, si es única en su estilo en Venezuela.
Aunque tiene similitudes con la fiesta de los Locos en La Vela de Coro, o Las Locaínas de Pueblo Llano en Mérida, se diferencia del resto, pues tiene su origen en la ocurrencia del lagunillense.
La “fiesta de las Locas” es parte del acervo de nuestra Ciudad, propio de sus habitantes y espontaneo cada 28 de diciembre.
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Con información del Cronista Francisco Chávez