El reciente homenaje que le rendimos a los adultos mayores en el Consejo Legislativo del estado Zulia, me brindó la oportunidad de hacer llegar un mensaje propositivo al personal jubilado de esta institución y a toda esa legión de hombres y mujeres que fueron servidores públicos y le rindieron grandes beneficios a este país.
La idea es hacerle sentir a estos valiosos ciudadanos que aun cuando cumplieron un ciclo de trabajo según la ley, para pasar a la condición de jubilados, es mucho lo que aún pueden dar por Venezuela si ponen en marcha el carácter emprendedor que todos llevamos por dentro. Me tomé la tarea de investigar las edades de los científicos, pensadores, ciudadanos del mundo y escritores que han recibido el premio Nobel desde cuando fué instaurado por su mentor, el científico sueco Alfredo Nobel, y resulta que la edad promedio es, de 55 años en adelante, o sea muy cercano a la edad que se conoce como la tercera edad o prefiero llamar esta etapa, Adultos Contemporáneos, como bautizó en su programa el recordado Locutor Gerardo Pozo: » Música para Adultos Contemporáneos.
Quiero destacar que nuestros mayores constituyen una pieza muy importante en la sociedad. Son transmisores de sabiduría y experiencia. Además, son los encargados de mantener unida a la familia, dar consejos y muchas veces cuidar de los niños y del hogar.
Un informe de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología refería a toda esta realidad y además científicamente probado
Y yo pregunto, si en realidad existe una edad límite para emprender. ¡Me respondo que, no! porque el espíritu innovador no está reñido con la edad. Y porque emprender nunca es fácil porque se tenga determinada edad. Lo que hay que tener es voluntad y ganas de luchar. Y hacerlo después de 55 o 60 años puede suponer una ventaja respecto a otro momento, porque:
El entusiasmo a estas edades está asegurado pues, la experiencia es mucho mayor!!
Se aprende de los errores a lo largo de la vida y se tiene una perspectiva más amplia.
Para demostrarlo traigo ejemplos muy contundentes de emprendedores que habían llegado a esto que llaman tercera edad y lograron rotundos éxitos.
John Pemberton, nada más y nada menos que el fundador de archiconocida empresa de Coca-Cola. Fundó la compañía durante la Guerra para tratar a los soldados heridos con un brebaje que, como cuenta el mito, en un inicio tenía hojas de coca.
Por aquel entonces John Pemberton tenía 55 años. Otro de la saga es,
Harland Sanders David, de KFC.
Sanders David, siempre fue un hombre sin mucho éxito profesional, era despedido, cambió muchas veces de profesión y sus negocios fracasaban. Con una liquidación de 105 dólares convención a un grupo de amigos y fundó Kentucki Fried Chicken. Conocida por sus siglas KFC. Ray Kroc, de McDonald.
A la edad de 52 años, Ray Kroc conoció a Maurice y Richard McDonald, que dirigían un restaurante en California mientras él se dedicaba a la venta de máquinas. Ray se interesó por el restaurante, y
cuando este acabó prácticamente en bancarrota, Crock aprovechó para comprar esta empresa por 2,7 millones de dólares. A partir de ahí, y con la visión de negocios de Crock, salió ese gigante.
Y no dejar de mencionar miles de Venezolanos que aún como el Dr Rodriguez Iturbe sigue enseñando a sus 80 pico, miles de estudiante de medicina como también lo haría hasta su 90 y más el propio Jacinto Convid. Son de verdad ellos nuestro más preciado Tesoro! Viva la edad de la Adultez Contemporánea.
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