En virtud de la ‘inexistencia’ de gobierno en la entidad que ofrezca una solución al agotado tema de los yukpas y sus acciones vandálicas en pueblos, carreteras, caseríos y ciudades, por segunda ocasión se reporta una situación de extremo conflicto; esta vez entre habitantes de las comunidades de El Soler, Fundabarrio y adyacencias y un grupo de indígenas que viene arremetiendo contra las viviendas y ocupando ilegalmente terrenos que pertenecen a los urbanismos, formándose desde la noche del 02 del mes corriente un serio ‘atajaperro’ entre los vecinos y los aborígenes.
Una fuente policial aseveró que «con bates, palos, piedras y con lo que puedan agarrar, los vecinos de El Soler, Fundabarrio y de todas estas comunidades cercanas, cansados, hartos de no recibir respuestas de las autoridades, con uñas y dientes han decidido enfrentarse a los yukpas y les dieron por fin su parao».
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El hecho tiene lugar en las adyacencias del sector ya mencionado en la parroquia José Domingo Rus del municipio San Francisco, donde sus habitantes vienen denunciando que un grupete de yukpas ha venido asentándose en los terrenos, invadiendo las empresas y las viviendas para desvalijarlas, haciendo caso omiso a las comunidades, quienes, ahora y a expensas de que algo pueda ocurrirles, toman la justicia por sus manos.
Como en el salvaje oeste
La fuente policial detalló que «mucha gente, tanto de El Soler como de Fundabarrio, en motos, encapuchados, bien organizados decidieron ir y enfrentarse a los yukpas».
La fuente, sin precisarlo de modo oficial, asomó que en la garita de entrada a la urbanización El Soler tendrían apresado a un yukpa: «Y se aproximaba una camioneta full de yukpas con la intención de incendiar la garita, pero se apareció el Grupo Antimotín de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para repeler las acciones de disturbio y tratar de poner orden».
«Cuando los yukpas vinieron (a la garita) a tratar de sacar al que tenían ahí retenido, que vieron el gentío de las comunidades, partieron ‘chorreaos’ en una camioneta y los vecinos en las motos tras ellos que, si los agarran, los hubieran linchado».
En imágenes se observa el momento en el cual, en horas de la noche del 02 de octubre, los vecinos decidieron enfrentarse a los yukpas en defensa de las comunidades.
Hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial sobre la situación, no hay voceros por parte de los habitantes, tampoco por parte de los indígenas ni saldo ofrecido por el cuerpo policial actuante. Sin embargo, la situación de tensión se ha creado y se teme que estos conflictos, no solo continúen, sino que arrecien.
Por lo que el llamado es a las autoridades competentes a evitar un derramamiento de sangre como consecuencia de estos inevitables enfrentamientos que ya había sido advertido que ocurrirían por la falta de autoridad en cuanto a los métodos utilizados por los aborígenes para ejercer la ‘protesta’ y los actos vandálicos que están muy lejos de lo que es el respeto a las leyes y a la sana convivencia.