En el Zulia, Pdvsa derrama más petróleo de lo que produce. En la región hay miles de pozos de petróleo y de gas activos e inactivos y una gama extensa de oleoductos, muchos obsoletos o corroídos. Hoy la división occidente produce menos de 95.000 barriles diarios, mientras que los zulianos claman por ayuda ante el crudo que se esparce por sus costas, playas y calles.
«La industria petrolera se incorporó al progreso de Venezuela al comenzar su producción el día 31 de julio de 1914 en el Zumaque I, el pozo que inició la era de la producción comercial del país». Esta frase, escrita en un podio ubicado en una de las instalaciones de la empresa estatal Pdvsa en el estado Zulia, muestra la gran importancia que esta región aportaba a la economía nacional. Pero a 106 años de la primera vez que salió petróleo en el lugar, hoy muestra una estrepitosa caída en su producción mientras derrama el crudo en costas y calles.
Los habitantes de la región zuliana denuncian la incapacidad que tiene Petróleos de Venezuela para contener los derrames petroleros, especialmente en la cuenca del lago de Maracaibo, los cuales afectan al ecosistema, a la pesca y al turismo. Sin olvidar que también se han evidenciado afectaciones a la salud de pescadores e indígenas que viven en los palafitos.
Mientras lava sus redes de pesca para quitarles el petróleo, Juan denuncia a través de un video que transcendió en las redes sociales, que ninguna autoridad política o la propia petrolera estatal se han hecho presentes para atender la crítica situación que ha dejado a cientos de pescadores en riesgo de perder su única forma de sustento.
Pero no solo Lagunillas padece de los estragos del crudo derramado. En el estado Zulia hay entre 15 y 17 mil pozos de petróleo activos e inactivos, de los cuales más de 5.000 se ubican en el lago de Maracaibo; más de 14 mil kilómetros de tuberías enterradas y 200 estaciones de flujo; además de una gama extensa de oleoductos ubicados en tierra. Sus continuas filtraciones han llegado a los municipios Baralt, Valmore Rodríguez, Cabimas y Santa Rita; pero también al otro lado del puente Rafael Urdaneta, al municipio San Francisco y a la capital, Maracaibo, especialmente a los palafitos en Santa Rosa.
Hoy, de las tuberías obsoletas, corroídas y con perforaciones debido a la falta de mantenimiento preventivo han salido miles de fugas de petróleo que han llegado a tener una extensión de los 10 hasta los 40 kilómetros en la costa del lago.
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