El servicio eléctrico sigue inestable a pesar de los “racionamientos programados” Correr hasta el interruptor del aire acondicionado para apagarlo, cuando ocurre un bajón, se ha vuelto una rutina en los municipios de la costa oriental del Lago.
También, desenchufar con rapidez el televisor, el cargador del celular cuando esté último está conectado o la lavadora cuando está en funcionamiento.
A pesar de comenzar a aplicarse, desde el lunes 24 de agosto, cuatro bloques de “restricción del servicio eléctrico”, las fluctuaciones de voltaje no han tenido freno.
Esas variaciones eléctricas, cuando comienzan a “retornar” la energía, dañan aparatos e incluso bombillos, que tampoco están a precios accesibles.
Desde ese tristemente célebre 24 de diciembre de 2017, cuando falló el suministro de electricidad en plena cena navideña, el Zulia ha padecido un mal servicio. Testigos de esto son quienes sufren todos los días al tener que batir récord en velocidad para apagar el aire acondicionado o cualquier otro artefacto, porque saben que de no hacerlo de inmediato resultarán dañados y ni en sueños volverán a comprarlos.
El lunes, el gobernador Omar Prieto anunció la aplicación, en la entidad zuliana, de cuatro bloques de racionamiento de energía, cortes previstos para durar seis horas. Sin embargo, ni siquiera esto ha evitado que las fluctuaciones de voltaje arruinen a los zulianos porque reportar el daño del aparato en Corpoelec es “pérdida de tiempo” pues nunca hay respuestas ni la garantía de que reemplacen el artefacto que quedó inservible tras el bajón.Habitantes del Municipio Cabimas, Lagunillas, Valmore Rodríguez, y Baralt, han reportado este viernes al menos 6 variaciones de voltaje y no terminan de lamentarse dado que algunos manifiestan haber perdido un electrodoméstico.