Averías registradas en el generador eléctrico ubicado en la represa de Burro Negro deja nuevamente sin agua al municipio Cabimas, sin poder cumplir con su operativo de 96 horas de distribución para los diferentes sectores de la localidad.
Liseth Sarcos, coordinadora municipal en materia de agua en Cabimas, confirmó la situación registrada en Pueblo Viejo y las denuncias formuladas por los vecinos a través de las redes sociales quienes se quejaban de esta situación.
Resaltó Sarcos, que las bajas fluctuaciones registradas en el servicio eléctrico también inciden dentro de esta problemática, lo que impide que se cumpla con el operativo de bombeo para Cabimas el cual se encuentra inestable y paralizado Pueblo Viejo.
La representante municipal informó que personal del gobierno regional y de la empresa Hidrolago se encuentran en el sitio tomando las acciones pertinentes en el caso y se estima que en las próximas horas se restablezca el suministro de agua.
Planta Eléctrica
El pasado 7 de mayo, el Gobernador del estado Zulia, Omar Prieto Fernández, anunció que a través de la Secretaría de Asuntos Eléctricos coordinó el traslado desde Maracaibo hasta la represa de Burro Negro, ubicada entre los municipios Lagunillas y Valmore Rodríguez, de una planta eléctrica de 1.5 MVA que permitirá optimizar la distribución de agua a los municipios que integran la Costa Oriental del Lago.
Juan Carlos Boscán, secretario de Asuntos Eléctricos de la Gobernación del Zulia, informó en esta oportunidad que la planta eléctrica tendrá la capacidad de suministrar la energía necesaria para el funcionamiento de todos los motores de bombeo que surten agua desde Burro Negro hacia las comunidades ubicadas en esa zona de la entidad.
Asimismo, Boscán expresó que luego de completar la instalación del generador eléctrico se podrá mantener el bombeo de agua las 24 horas del día sin que se produzcan interrupciones cuando ocurra alguna fluctuación en el sistema.
Pero las lamentablemente las fallas registradas en el servicio eléctrico ha dejado nuevamente a Cabimas sin agua.
por Miriam Zambrano
Y el mismo problema de nunca acabar