El año 2019 arrojó un total de 4.592 muertes por cáncer de pulmón, lo que representa alrededor de 13 fallecimientos diarios por esta enfermedad oncológica. De la cifra total, 2.701 fueron hombres y 1.891 mujeres, de acuerdo con los datos que maneja la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV).
El gerente general de la SAV y pediatra sanitarista, Juan Saavedra, explica que del total de estas muertes, el 80% están relacionadas con el tabaquismo, un hábito que ocasiona daños al sistema respiratorio, pero que también está asociado a otras enfermedades oncológicas de los pulmones, cerebrovasculares y del corazón.
Por su parte, el médico neumonólogo del Grupo Médico Santa Paula (GMSP) Andrés Orsoni, enfatiza las consecuencias del uso del cigarrillo “…Causa afecciones respiratorias como el cáncer de pulmón y de las vías aéreas, por supuesto. Además, produce enfisema y fibrosis pulmonar. Entre las no respiratorias se pueden mencionar las enfermedades sistémicas cardiovasculares y coronarias, los accidentes cerebro-vasculares (ACV) y cánceres extra pulmonares como de vejiga y próstata”.
Entre las consecuencias del tabaquismo, Orsoni advierte sobre adicción a la nicotina, que es una sustancia “altamente adictiva” como las drogas recreacionales, que tienen efectos negativos en el sistema nervioso central.
Tabaquismo en Venezuela
De acuerdo con el estudio Evescam, realizado por la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, para el año 2018, la prevalencia del consumo de tabaco en el país fue de 10,8%. Este porcentaje representa una disminución de 39% con respecto al año 1984, época en que casi la mitad de los venezolanos (49%) tenía el hábito de fumar.
Aunque estas son “noticias positivas”, Saavedra advierte que actualmente Venezuela ha “bajado la guardia” con respecto a regulaciones y campañas con el uso del cigarrillo electrónico o vaper, que se ha puesto “de moda”.
“Lo que ahora nos amenaza es el cigarrillo electrónico, las pipas, el vaper y todas esas variaciones. Ahora la industria tabacalera, que mata alrededor de 8 millones de personas en el mundo anualmente, está buscando nuevos consumidores y ¿quiénes son? Pues, los jóvenes. Y envían mensajes de que tienen deliciosos olores y sabores. Es una trampa para la juventud”, asegura el gerente general de la SAV.
Por su parte, Orsoni advierte que tanto el cigarrillo tradicional, como el electrónico, causan graves problemas a la salud en este grupo poblacional, debido a la nicotina y a otras sustancias “muy peligrosas”, que se agregan a los vapers.
“En los niños y adolescentes, la nicotina que contiene el cigarro y que también está presente en los vapers, causa problemas de desarrollo a nivel cerebral (…) Y los jóvenes que empiezan a fumar presentan trastornos de conducta y personalidad, afectan las relaciones con sus padres y causan otra serie de problemas que son propios de una adicción”, indica Orsoni.
El neumólogo señala que hay evidencia científica de que los vapers utilizan sustancias y aditivos como la glicerina, el properinicol, el bezoato de bencilo y algunos “cartuchos modificados”; también pueden contener incluso derivados del cannabis o la marihuana y acetato de vitamina E.
“Cuando estas sustancias se calientan y se vaporizan causan daños pulmonares severos, que pueden ocasionar la muerte, como ocurrió el año pasado en Estados Unidos, donde fallecieron alrededor de 50 jóvenes”, comentó el especialista del Grupo Médico Santa Paula.
Daños para fumadores pasivos
Ambos especialistas advierten que el uso del vaper no solo afecta la salud de quien lo usa, sino también a los que se conocen como “fumadores pasivos”.
Orsoni explica que como las sustancias nocivas del cigarrillo electrónico se vaporizan, también entran a los pulmones de los que rodean al fumador y son tan nocivas, aunque en menor proporción, para quienes no fuman. A estas personas además les ocasiona rinitis y cuadros alérgicos que afectan los ojos y otras mucosas, según la evidencia científica.
Mitos y campaña contra el cigarrillo electrónico
Este año, la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra el consumo del tabaco está orientada a los jóvenes, explica Saavedra, para desmentir esa “publicidad tramposa” que utilizan las tabacaleras para llegar a ese grupo poblacional.
Orsoni señala que uno de los “mensajes engañosos” que la industria del vaper utilizó era que el producto no tenía efectos negativos para la salud y que ayudaba a dejar el cigarro. “No es menos peligroso el cigarrillo electrónico que el tradicional y ambos son igualmente adictivos”.
NAM