Colombia, Bolivia, México y Venezuela aparecen en una lista de más de una docena de países de Latinoamérica y el Caribe a los que Estados Unidos identifica como los mayores productores de droga de todo el mundo.
La nómina forma parte de un documento firmado por el presidente Donald Trump que fue revelado el miércoles 16 de septiembre por la Casa Blanca. Incluye también a Ecuador, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú, entre los latinoamericanos; y República Dominicana, Haití, Jamaica, Bahamas y Belize, entre los caribeños.
Solo cinco de los 22 países de la lista completa no pertenecen a Latinoamérica y el Caribe: Afganistán, Burma, India, Laos y Pakistán.
La razón por la que un país es incluido en la lista es una combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten que las drogas transiten o sean producidas.
Un país puede aparecer en esa lista incluso cuando sus autoridades implementen medidas para frenar el narcotráfico o colaboren con Estados Unidos, como es el caso de Colombia, por ejemplo.
En marzo, un tribunal estadounidense procesó judicialmente al presidente Nicolás Maduro por acusaciones relacionadas con narcotráfico, y el Departamento de Estado anunció una recompensa de 15 millones de dólares por información que ayude a capturarlo.
Maduro se sumó así a otros funcionarios venezolanos que están siendo procesados judicialmente en Estados Unidos.
Estados Unidos fue uno de los primeros países en apoyar al líder opositor venezolano Juan Guaidó cuando se autoproclamó presidente interino de su país, y considera que Maduro es un dictador.
En el documento enviado al secretario de Estado Mike Pompeo, Trump asegura que Estados Unidos seguirá trabajando con Guaidó para frenar el narcotráfico.
“El narco-regimen ilegítimo de Maduro debe enfrentar la justicia por sus crímenes”, asegura el documento de cinco páginas en el que también insta a otros países de la región a luchar contra el narcotráfico.
Aunque Maduro no se pronunció sobre este texto de inmediato, en otras ocasiones ha rechazado los señalamientos estadounidenses en su contra.
El listado destaca, en cambio, el compromiso del presidente colombiano Iván Duque, al que junto con su gobierno define como “fuertes aliados” de Estados Unidos.
Sin embargo dice que el cultivo de coca y la producción de cocaína siguen “en niveles elevados inaceptables” y Colombia “debe avanzar reanudando la erradicación aérea” para cumplir con la meta de reducir a la mitad la producción de cocaína y el cultivo de coca hacia 2023.
El caso de México
México, por su parte, ha efectuado avances, pero “debe hacer más”, de acuerdo con Trump, que señala a la nación vecina como la fuente de casi toda la heroína y la metanfetamina confiscada en Estados Unidos y como la ruta de la mayor cantidad de cocaína que llega.
“México debe demostrar claramente su compromiso para desmantelar a los carteles”, dice el presidente.
También es “de gran preocupación” que el cultivo de coca y la producción de cocaína sigan en niveles altos históricos en Perú, otro de los aliados en la región, señala Trump.
En el caso de Bolivia, la cooperación en la lucha contra el narcotráfico se incrementó desde la renuncia del expresidente Evo Morales, en noviembre de 2019, y aunque el actual gobierno comenzó a procesar nuevamente los pedidos de extradición efectuados por Estados Unidos, el cultivo de coca sigue superando los límites legales, de acuerdo con el memorándum.
Trump, no obstante, aclara que si Bolivia toma medidas considerará quitarla de la lista.
En abril el gobierno estadounidense inició numerosos operativos antinarcóticos en el Caribe y el Pacífico oriental en cooperación con una veintena de aliados internacionales. Se confiscaron 80 toneladas métricas de cocaína y otras drogas ilícitas que hubiesen significado ingresos de unos 1.800 millones de dólares para líderes del narcotráfico.
Ninguno de los países mencionados en la lista efectuó comentarios de manera inmediata.