El dirigente político Stalin González afirmó este viernes 28 de mayo que la negociación es una “herramienta” para conseguir cosas -en este caso un cambio político- y no una solución a la crisis que hay en Venezuela, al tiempo que subrayó que “la abstención por sí sola no va a resolver el problema” que se registra en la nación.
González aseveró que la política es “para ayudar a la gente” y resaltó que la estructura de los partidos políticos está establecida para conquistar espacios de poder a través del voto que permitan ese fin de mejorar a la población.
En ese sentido, remarcó que “la lucha es que los venezolanos decidan su destino tranquilamente” y que el participar en unas elecciones -como las que se ciernen para el 21 de noviembre- no es solo por ir a un proceso, sino que se debe tener la intención de ganar.
A su juicio, participar en el proceso de elecciones regionales y municipales, si bien es “una batalla más”, representa una oportunidad para la oposición de “reconstruir el músculo” y el “tejido” de militancia, que en los últimos años se ha visto afectado por varios factores como la desconfianza y la migración de más de 5,4 millones de personas.
Reconoció que en ese aspecto la oposición venezolana está “mermada” y que la dirigencia política “abandonó” a la población, por lo que alcanzar un giro en la dirección que se quiere, se debe ser más cercano y recuperar una fuerza que actualmente «no es suficiente», a pesar de tener respaldo internacional y “vocerías importantes” en el exterior.
Error de 2015
Stalin González recordó que durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, específicamente en 1992, ocurrieron dos intentos de golpe de Estado pero que en ese instante la población ni nadie salió a reconocer tales hechos, sino que su descontento se evidenció en las urnas cuando a finales de ese año se realizaron elecciones y donde salió electo como Alcalde de Caracas, el recientemente fallecido ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz.
En entrevista concedida a Unión Radio, el político opositor si bien dijo que el tema de los “protectorados” debería ser parte del proceso de negociación en puertas, hay un 80% de la población que está en desacuerdo con la gestión de Nicolás Maduro pero que no necesariamente son opositores militantes; por lo que las clases más desfavorecidas son las que acudirán a las urnas a expresar su descontento.
“Este país en 2015 rompió con el chavismo como proyecto y no supimos leer el mandato de 2015. Fue un error el que cometimos el dedicar a sacar por la fuerza a Maduro”, reconoció y analizó que dicho mensaje fue el que se asumieran las riendas del país en vez.
Para González, es importante resolver las diferencias en privado y no ventilarlas a través de las redes sociales, tal y como hace el PSUV.
Al respecto, señaló que las “fisuras” de los oficialistas se ven más cuando se habla de negociación que cuando se habla de otros temas, mientras que reveló que hay negociaciones internas en la oposición y que deben darse eventualmente con la administración de Maduro y la comunidad internacional.
“La negociación no significa rendirse. Es buscar espacios de entendimiento (…) La presión es para forzar una negociación, no para un quiebre”, apuntó.
Cree que una salida fuera de los caminos democráticos resultaría “muy traumática” para el país y que aún hay personas que insisten en ello, cosa con la que manifestó estar en desacuerdo.
Agenda integral y sin micrófonos
González subrayó que la negociación debe ser sobre una agenda integral, que incluya aspectos humanitarios y aspectos políticos, entre ellos el acuerdo de un cronograma electoral que incluya “todas” las elecciones.
El dirigente advirtió que “una negociación de micrófonos no va a llevar a nada, porque le hablan es a las gradas“, por lo que pidió a la oposición y al chavismo “ponerse en los zapatos del otro” para que se logre avanzar, aunque opinó que el problema son las expectativas que la gente se hace con la herramienta.
Según su opinión, se han logrado “avances” en el camino para gestionar un cambio en el país y se está viendo en elementos como la conformación de un nuevo CNE «a pesar que a muchos no les gusta», así como la promesa de la depuración del Registro Electoral, punto que para Stalin González ocurrirá porque «no creo que Roberto Picón se eche un strike en eso».
Sin embargo, hizo énfasis en que hay temas que tocar como la inhabilitación política y la observación internacional para los comicios.
Fuente: Tal Cual.