Este domingo, Gustavo Petro se juramentó como el presidente electo de Colombia, acto que se celebra en la ciudad de Bogotá, en la Plaza Bolívar.
El presidente electo de Colombia llegó a la Plaza Bolívar acompañado de la primera dama, Verónica Alcocer García; y sus hijos, Andrea, Andrés, Antonella y Nicolás.
Lo recibieron los miembros del Congreso junto a la multitud del pueblo que se encontraban ahí desde las 5.00 am, afirmaron muchos.
Entre canto del himno nacional de Colombia, gritos de la multitud y aplausos; comenzó el acto de juramentación.
Toma de juramento
El presidente del congreso de la República de Colombia, el senador Roil Leonardo Barrera Montealegre, fue el encargado de realizar la Toma de juramento para el presidente electo Gustavo Petro.
«Invocando la protección de Dios, juráis ante esta cooperación que representa al pueblo de Colombia cumplir fiel y lealmente del cargo de presidente de la republica os impone de acuerdo con la constitución y las leyes», preguntó Barrera.
Asimismo, Petro contestó «Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la constitución y las leyes de Colombia», con su mano derecha en alto.
Acto seguido, fue otorgada la banda presidencial a Petro con una paloma de «paz».
De esa manera, el presidente Gustavo Petro, fue el encargado de otorgar la toma de juramento por parte de la vicepresidenta electa de la República de Colombia, Francia Elena Márquez Mina.
«Invocando la protección de Dios juráis ate esta cooperación que representa el pueblo de Colombia cumplir fiel y lealmente con los deberes que el cargo de vicepresidenta de la República os impone de acuerdo con la constitución y las leyes», dijo Petro.
«juro a Dios y al pueblo cumplir fielmente la constitución y las leyes de Colombia», contestó la vicepresidente Márquez Mina.
Colombia «una potencia mundial de la vida»
El senador Roil Leonardo Barrera Montealegre, dio algunas palabras luego de la juramentación del Presidente y Vicepresidenta de Colombia.
Recordando la Batalla de Boyacá, guerra que hoy cumple 203 años. «En un domingo como hoy murieron 84 personas, niños, mujeres y hombre mueren calcinados en un atentado guerrillero. En un sábado como ayer 119 seres humanos refugiados en una iglesia fallecieron tras el estallido de una bomba. Es la herida de Boyacá, que es la herida del corazón de Colombia».
«Venimos hoy intentar para la muerte y convertir a Colombia en una potencial mundial de la vida. Intentar sanar esas heridas. Para sanarlas hay que reconocerlas y recordarlas», puntualizó Montealegre.
Asimismo, hizo énfasis en un «Gran reto» que tiene Colombia a partir de este 7 de agosto: que el estado llegue a los territorios hoy abandonados para «Detener la guerra, las violencias, la miseria y la muerte».
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NAD