El bloqueo institucional que tiene sumido al país en una crisis política, que acentúa el conflicto entre el gobierno de Maduro y el llamado gobierno interino de Guaidó, adquiere un nuevo nivel de intensidad este martes, lo cual obstaculiza el camino civil-democrático a un escenario de negociación para se instale un nuevo gobierno que administre un proceso de recuperación económica nacional.
Y es que a esta hora tiene lugar en la sede del Palacio Federal Legislativo una sesión de la Asamblea Nacional paralela, encabezada por diputado Luis Parra, quien fue designado de manera ilícita por 51 diputados del chavismo bajo el aval del gobierno de Maduro como presidente del Parlamento el pasado 5 de enero.
El Palacio Federal se encuentra acordonado por funcionarios de la Guardia Nacional y a esta hora también hay un fuerte despliegue de los cuerpos de seguridad del gobierno de Maduro, Sebin (policía política) y DGCIM (aparato de contrainteligencia) para evitar que ingresen los diputados agrupados en la mayoría alineada con el proyecto de transición de Guaidó.
La polémica inició hace minutos cuando la junta directiva paralela de la AN y los diputados del PSUV que la respaldan propusieron que ante la ausencia de los diputados de la oposición se declare la omisión legislativa para que el TSJ nombre un nuevo CNE, esto a pesar de que el vicepresidente de la AN legítima, Juan Pablo Guanipa, anunció que revisarán el comité de postulaciones para avanzar con el proceso de conformación del nuevo Poder Electoral, con el cual la oposición busca una salida electoral a la crisis mediante nuevas elecciones presidenciales adelantadas y un proceso de transición política para aliviar progresivamente el deterioro económico del país.
De esta forma, una minoría de diputados (51) desconoce que ya está instalado el comité de postulaciones (por la mayoría absoluta de 91 diputados opositores) y decide que (siguiendo la linea de la Mesa de Diálogo Nacional) lo más idóneo es que el CNE lo designe el TSJ, lo cual ya hizo el Poder Judicial en 2014 y 2016 de manera inconstitucional.
Para que una sesión de la AN sea legal y válida, debe existir un cuórum de al menos dos tercios de los diputados del Parlamento. sin embargo, la sesión paralela encabezada por Luis Parra solo tiene 51 diputados (todos del chavismo) para avalar la decisión de ese Parlamento paralelo de remitir la designación del CNE al TSJ, que es afín al gobierno de Maduro y que, según analistas, podría conformar un Poder Electoral que diseñe un nuevo sistema de elecciones favorable a los circuitos políticos que controla el chavismo.