La autenticidad es una virtud que nos diferencia notablemente de los demás, nos permite ser únicas e irrepetibles, además de tener criterios propios bien definidos que nos favorece al momento de enfrentar críticas o tomar decisiones asertivas a favor de lo que nos genere bienestar y que definitivamente nos haga sentir en armonía y paz.
Son muchos los patrones y estereotipos que la sociedad nos impone a seguir como una regla para ´poder ser aceptadas, sin embargo estas ideas son ilusorias y no tienen nada que ver con la realidad de cada persona. Cada mujer es dueña de su destino, arquitecta de sus sueños y escultora de su vida y no debe sentirse abrumada por ideas externas que no coinciden con lo que piensa y siente, cuando hacemos o seguimos a los demás, por el solo hecho de ser aceptadas nos dejamos arrastrar por la corriente, sin puerto seguro, dejando nuestra vida a merced de los demás.
El título de este artículo se llama “Sé tú misma”, una frase corta pero muy significativa y tiene que ver con el amor propio de cada mujer, ese sentimiento que le hace sentirse bella y sublime sin estereotipos, esa mujer que establece límites sanos y se hace respetar, esa mujer que tiene criterio propio capaz de defenderlos, esa mujer valiente siempre dispuesta a salir adelante ante cualquier adversidad, esa que ríe, llora, se enoja y expresa sus sentimientos. Esa mujer que conoce su inmensidad, por el valor que se da a sí misma y no espera el reconocimiento de otros para sentirse bien, esa mujer que no busca complacer a los demás para ser aceptada, porque sabe que quien la ama la admira tal cual es, sin imposiciones ni restricciones, esa mujer que conoce la libertad de presentarse al mundo con sus virtudes y sus defectos.
Cuando pasas tanto tiempo intentando agradar a los demás, olvidas lo que vales. No está mal desear que los demás te admiren siempre que no calles tu propia voz. No debes sacrificar tu esencia para dar gusto a las personas equivocadas. Sé tú misma y procura agradarte a ti antes que a nadie.
Mujer, la felicidad también está en sentirse única, libre y tranquila.
Nilmary Boscan Maldonado
Abogado