El mundo moderno caracterizado por ser una transformación, en todos los aspectos, lo cual ha producido nuevas relaciones sociales, impulsadas por la globalización.
Esta nueva realidad, no escapa al sector educativo, el cual genera cambios debido a la aplicación de nuevas tecnologías de información.
Este uso de nuevas tecnologías por supuesto, genera en lo económico, social, distorsiones que afectan principalmente a los países de menor desarrollo.
Enfrentar estos cambios, sin duda es un reto para el sistema educativo, lo cual obliga y hace necesario políticas públicas, en el cual la educación juega un rol de mucha importancia.
La educación, debe convertirse en el proceso que debe enfrentar estos nuevos requerimientos de ciudadanos, influenciados por sistemas tecnológicos, que a su vez en algunos casos encuentra resistencia por parte de los docentes.
Esto plantea la necesidad de aplicar políticas educativas, que generen educadores competentes en el uso y aplicación de nuevas tecnologías, como un recurso pedagógico que mejore el proceso de enseñanza aprendizaje.
Esto pasa por recuperar los valores familiares, la ética y el sentido de responsabilidad planteados en un mundo globalizado.
Los procesos de transformación que se han presentado en la sociedad moderna, son altamente impactados por las nuevas tecnologías, que crean nuevas necesidades en las personas, que no son prioritarias, pero son realidades de un mundo centrado en el consumismo, alejando a los ciudadanos de valores, y libertad de pensamiento.
El papel del educador, obliga entones, a diseñar policías orientadas a fortalecer el proceso de formación del docente, con actualización permanente, que permita acercarlo al dominio y uso de las nuevas tecnologías.
Un educador integral, que comprenda que encontrara estudiantes totalmente impactados y deseosos del manejo de las nuevas tecnologías, sin embargo, estas nuevas políticas no deben olvidar lo ético, y lo moral. Se hace necesario formas de acentuar el sentido de responsabilidad que exigen los nuevos tiempos.
El uso de nuevas estrategias, y de nuevas herramientas de enseñanza. Permitirán acercar al docente y al estudiante, a comprender la urgente necesidad de formar profesionales, que serán la generación futura de los puestos laborales, los cuales requieren competencias, en el uso de nuevas tecnologías.
Lo anterior, obliga también, a que el estado garantice, beneficios salariales, acordes a los nuevos tiempos, así como estructuras educativas, bien dotadas, y con mantenimiento permanente de sus instalaciones, sentir y motivar al docente, hacerlo con mayor sentido de pertenencia, en su rol como educador, garantizando también policías de seguridad social pensadas en el momento del retiro de sus funciones.
Requerimos pasar de las intenciones, a las acciones, es decir políticas educativas, que se evalúen permanentemente, que maneje indicadores que nos haga conocer el avance y resultados del proceso educativo.
Enfrentar la postmodernidad, entendiéndose esta, como los cambios culturales de los ciudadanos, así como cambios en los procesos de producción, que rompen las barreras territoriales, uso de nuevas tecnologías de información y comunicación.
Estas nuevas realidades, requieren acciones rápidas, que garanticen la formación de un docente apto para manejar, nuevas tecnologías y comprensión de las nuevas actitudes de los estudiantes.
El docente debe garantizar la formación de estudiantes, dirigidos al sostenimiento de los sistemas económico-social, generador de conocimientos, fortalecer los valores éticos y morales.
Dirigir el proceso educativo, con docentes actualizados en los procesos de enseñanza-aprendizaje, con uso y dominio de tecnologías, sin duda contribuirán al crecimiento y desarrollo del país, insertarnos en la sociedad del conocimiento, sin ubicarlo solo en el termino economicista, es decir, formar recurso humano para el sistema laboral, debe implicar además un sentido de responsabilidad, una actuación ética-moral que permita una actuación docente cónsona con los tiempos modernos.
Dr. José Gregorio Figueroa