Obra de la depresión, factor colateral del COVID-19, o simplemente excentricidad, pero, tras dos horas y media de angustia, el hombre que este lunes por la tarde subió a la parte más alta del obelisco de la redoma industrial de Barinas, finalmente decidió bajar mientras un pastor evangélico oraba por él.
Este ciudadano del que las autoridades no dieron nombre, al estar seguro en la parte baja del obelisco, se había quitado casi toda su ropa, presuntamente en medio de una situación que lo agobiaba. No se sabe si quería acabar con su vida o llamar la atención al momento de trepar por la estructura de concreto.
En su mano tenía un teléfono celular con el que había sostenido una conversación con una persona cuando se encontraba en lo alto del obelisco.
Las autoridades que buscaban un mediador, trajeron al sitio a un pastor evangélico que utilizó la oración como única herramienta de persuasión, hasta que el hombre comenzó a bajar voluntariamente.
Con el hombre a salvo en tierra, los funcionarios no le realizaron ningún tipo de interrogatorio para no alterar su estado emocional.
NAM/La Patilla