Dinorah Figuera, miembro de la Comisión Delegada, señaló en la sesión de este martes 23 de febrero, que es un mal precedente que Nicolás Maduro decida a discreción quien se vacuna y quien no contra el COVID-19 en Venezuela, sin cumplir con los protocolos internacionales emanado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Esta aseveración la expresó Figuera durante el debate sobre el “acceso igualitario al derecho a la salud del pueblo venezolano y rechazo a la politización de la salud” por parte del chavismo.
La dirigente política precisó que en declaraciones recientes de Maduro se ha podido constatar la “exclusión de los grupos etarios, de las personas mayores y con enfermedades crónicas, presentes en los lineamientos del plan emanado del Ministerio de Salud y en su lugar, han incluido las brigadas de visitas casa por casa donde se incorpora al partido político Somos Venezuela, inscrito en el Consejo Nacional Electoral (CNE)”.
Al mismo tiempo, condenó que representantes del chavismo se ufanen a través de las redes sociales de haberse vacunado, cuando saben que no representan la primera línea de personas a ser inmunizadas.
Denunció “oscurantismo” en el tratamiento de la información de la pandemia en Venezuela, “sin cifras oficiales, confiables, desviación de las vacunas con objetivos políticos y de control social e insuficiencia en las medidas de bioseguridad en el manejo de pacientes. La indolencia de esta grave situación nos hace predecir consecuencias muy duras que aún le toca sufrir al pueblo venezolano”, aseveró.
Reiteró el apoyo a la propuesta que ha venido haciendo José Manuel Olivares, como es la liberación de los fondos rescatados de la corrupción, para ponerlos al servicio de la salud para la inmunización de todos los venezolanos, con la condición de que no se politice y sea la cédula de identidad el documento que sirva para el acceso a la vacuna respetando a las poblaciones más vulnerables.