“Puede emerger como una líder ‘atrapatodo’, pese a su discurso radical”, escriben Maryhen Jiménez, Antulio Rosales y Juan Manuel Trak, investigadores internacionales en materia de Ciencias Políticas. Presidenta de Vente Venezuela debe abandonar posiciones personalistas, populismo de derecha y polarización, consideran.
La polìtica en Venezuela recuperó su movimiento tras la contundente victoria de María Corina Machado en las primarias y de inmediato comenzaron a demarcarse los retos de la legitimada candidata unitaria de la oposición a las presidenciales de 2024.
Maryhen Jiménez, politóloga y becaria Marie Skłodowska-Curie en el Centro Latinoamericano de la Universidad de Oxford; Antulio Rosales, profesor asistente del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de York; y Juan Manuel Trak, sociólogo y doctor en Procesos Políticos Contemporáneos de la Universidad de Salamanca, México, firman un artículo de opinión, denominado Algo se mueve en Venezuela/Acuerdo de Barbados y primaria opositora, en el que desglosan en un apartado las razones del demoledor triunfo de la exparlamentaria que llamó a Hugo Chávez en ladrón durante un histórico careo registrado en el seno del Parlamento, cuando le reprochaba cada una de sus expropiaciones.
Más allá del inmenso nudo que representa su inhabilitación política, los analistas, explican, entre otros temas, las causas de su triunfo. En sus análisis, así como aflora el desgaste de la oposición tradicional y sus partidos, también se resalta la capacidad de la postulante de Vente Venezuela de posicionarse como outsider pese a ser parte del establishment opositor.
Con un discurso antichavista, ‘purista’, articulado a promesas de ‘orden’ libertad de mercado, Machado, como Hugo Chávez en su momento, moviliza y atrae a diversos grupos, desde románticos que añoran los tiempos del ex-dictador militar Marcos Pérez Jiménez hasta nuevos ‘bukelistas’, liberales, pasando por opositores exhaustos y descontentos”, sostienen.
El auge de María Corina se alimenta de agravios y rencores acumulados, afirman. Los politólogos coinciden en que antes de su giro estratégico hacia la vía electoral, la líder unitaria de la oposición se había presentado como una vengadora, relegada por las elites de distinta naturaleza.
El temor que en otras épocas suscitaba Machado, con su fascinación por el libre mercado y su poco atenuado conservadurismo social, se desinfló, al menos entre sectores opositores. Y eso se debe a que después de un lustro de profunda crisis social y económica, fue el propio Gobierno bolivariano el que abrió el país a los designios del mercado, dolarizó de hecho la economía y dejó a la sociedad a su suerte, desprovista de la protección del Estado social venezolano.
El viejo discurso renovador, de justicia social y pretendidamente feminista de la ‘revolución’ ha sido reemplazado por alianzas con sectores ultrarreligiosos y por el empoderamiento de una elite rapaz y depredadora. Y es en este contexto donde María Corina puede emerger como una líder ‘atrapatodo’, pese a su discurso radical”, destacan.
El espejo roto de Guaidó
Para Jiménez, Rosales y Trak, Machado debe gestionar las prácticas sectarias.
El triunfo de Vente Venezuela podría generar una nueva división en la oposición. La crisis del llamado ‘gobierno interino’, que se desconectó de la propia institución que le daba legitimidad, la Asamblea Nacional, y se convirtió en un espacio administrativo alrededor de su representante, Juan Guaidó, y los intereses cortoplacistas y rentistas de quienes lo rodeaban es una buena advertencia hacia el futuro”.
En el caso de Machado, detallan los especialistas, su liderazgo enciende alarmas en algunos actores, ya que tiende al personalismo, al populismo de derecha y a la polarización.
“Pese a su moderación táctica en los últimos meses y a sus llamados a la unidad nacional, María Corina y su entorno han estado históricamente entre las voces opositoras más radicales. Su tono de superioridad moral, que en el pasado funcionaba como estrategia de la antipolítica, y las descalificaciones hacia el resto de la oposición podrían condicionar su capacidad para liderar a un grupo tan heterogéneo. Estas prácticas también son comunes entre sus asesores más cercanos, quienes a menudo tildan de ‘chavistas’ a quienes disienten con ellos, contraviniendo los valores liberales que predican”, destacan.
Los académicos afirman que después de recibir un mandato claro con su contundente victoria en las primarias, la candidata unitaria y su entorno deben demostrar que su giro es genuino y no oportunista.
“Ser una opción creíble y confiable para el resto de la oposición y la sociedad venezolana pasa por contener, en primer lugar, a sus seguidores y entorno radical y también por mostrarse capaz de gobernar un país diverso y ayudar a sanar las heridas históricas de una población fracturada”, añaden.
Reconstruir a la oposición
Para los especialistas, la oposición venezolana se encuentra en un punto de inflexión y enfrenta la apremiante necesidad de establecer mecanismos efectivos para la articulación, la coordinación y la resolución de conflictos internos.
“Ahora, el principal reto de la dirigencia opositora será reorganizarse, reconocer los liderazgos emergentes sin abandonar los logros alcanzados previamente, incluido un equipo negociador hábil que ha acumulado una experiencia nada desdeñable y una Comisión Nacional de Primaria capaz de organizar un complejo evento ciudadano autogestionado y con tantos factores en contra”, precisan.
Como candidata unitaria, Machado lleva ahora la mayor responsabilidad en la búsqueda de coordinación y co-construcción de una ruta democratizadora.
Sin coordinación, cualquier acuerdo o elección resultará inútil para la oposición. Reconocer que la atomización la perjudica y aleja del objetivo democratizador es la primera clave para avanzar hacia una Venezuela más democrática. La oposición deberá aprovechar de manera pragmática las garantías electorales negociadas, al tiempo de demandar que en Venezuela se ‘activen’ todos los derechos políticos y económicos de la población, con el acompañamiento de sus aliados internacionales y trazando mecanismos de verificación y seguimiento a esos compromisos”.
Nicmer Evans a María Corina Machado: “No te encajones en el discurso ideológico”
Tras el demoledor triunfo de María Corina Machado, Nicmer Evans, sociólogo, le realiza la siguiente reflexión:
Venezuela pide hacer ejercicio del péndulo político, cansado de una ‘izquierda’ que ha gobernado por más de 25 años y nos ha traído a esta desgracia. No es que el pueblo es ahora de derechas, es que quiere un cambio, y el cambio es que gobierne gente que no diga ser de izquierdas para no serlo o ser los peores. Mi modesta recomendación a la ganadora es que no se encajone en el discurso ideológico, esa es la trampa de los que ostentan el poder».
Evan le pide luchar para lograr sumar a la diversidad y pluralidad política venezolana. Y la advierte de no caer en la tentación hegemónica en la que han caído sus predecesores.
«Existirán otras expresiones políticas emergentes, que deben ser respetadas. Un espacio de conducción política con ética, daría al traste que el nariceo del G3 y conduciría a una nueva etapa de coordinación tan necesaria para lograr la construcción de una nueva democracia. Por ahora, nos queda seguir la lucha por un nueva y mejor República”.
versionfinal
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo con nuestro grupo de WhatsApp