La venezolana Alejandrina Hernández Zavarce cuenta que siempre piensa fuera de la caja. Y siguiendo esa máxima fue como consiguió diseñar un carro cama que, señala, sirve para aliviar parte del sufrimiento de sus compatriotas migrantes, a quienes en 2018, cuando regresó de visita a su país, vio caminar por la carretera para cruzar la frontera con Colombia en búsqueda de mejores oportunidades.
«Fue impactante ver a cada miembro de la familia, incluidos niños y ancianos, cargando sus pertenencias, luego descansando y durmiendo en cualquier superficie», dice la estudiante de diseño industrial en Dawson College, en Montreal, Canadá, de donde egresará en julio próximo.
El proyecto del carro cama de Alejandrina ganó el primer lugar en la categoría de diseño sostenible de Bonnell y un premio en efectivo de $ 3.500. La joven de 23 años aspira a desarrollar un prototipo para, después de las pruebas necesarias, pasar a la etapa de producción y distribución. Quiere que de la distribución se encarguen las agencias de las Naciones Unidas Acnur y Unicef .
“El carrito puede usarse para transportar sus pertenencias y, después de caminar largas distancias todo el día, puede transformarse en una cama. Esto permite que las personas descansen y minimiza su sufrimiento”, señala Alejandrina, quien planea mejorar el diseño agregando un techo para proteger a los refugiados y migrantes de los insectos y el clima.
Alejandrina, quien emigró junto con su familia a Canadá en 2015, cuenta a la página web del Dawson College que aquella experiencia que vivió en el viaje de regreso a su país de origen le sirvió para aumentar sus ganas de ayudar a los pobres y a las personas con discapacidad, a través del diseño industrial, uno de los objetivos de su vida.
“Apliqué tres principios principales: una solución social para reducir parcialmente el sufrimiento de los refugiados, el uso de materiales reciclables y ecológicos, y principios económicos en el diseño y la fabricación, utilizando un proceso de extrusión de aluminio de bajo costo, reduciendo el número de piezas y facilitando el mantenimiento, reparación y durabilidad del producto. Como sabemos, el aluminio es 100% reciclable, ligero y de bajo costo”, explica.
Ahora mismo, Alejandrina le debe la dicha del reconocimiento a su familia y a sus maestros en Dawson College, especialmente a Michael Santella, su tutor y quien la animó a participar en el concurso de la Fundación de Tecnología de Extrusión para Perfiles de Aluminio de Bonnell.
En la actualidad, la joven estudiante de diseño industrial se desempeña como asistente de producción en el estudio de diseño Hey Maca, pero le gustaría trabajar en un entorno multidisciplinario que le siga permitiendo encontrar soluciones inusuales y creativas a los problemas de los más vulnerables, de acuerdo con lo que expresa en su perfil de Linkedin.
Alejandrina Hernández Zavarce, quien se describe como una joven sensible a las necesidades de la sociedad y al medio ambiente, y con una gran capacidad para trabajar en equipo, es egresada del Colegio Altamira de Maracaibo, en Zulia, donde realizó además trabajos como voluntaria.
En Canadá residen 20.775 migrantes y refugiados venezolanos, de acuerdo con cifras de Acnur, de los cuales 4.273 han solicitado condición de refugio y solo a 525 se les ha concedido.
El Pitazo