La Policía de Ecuador determinó que la presunta autora del triple homicidio registrado el pasado 28 de octubre en Pifo, parroquia rural de Quito, podría ser una «asesina en serie» que también terminó con la vida de otra persona el 11 de junio e intentó asesinar a otras.
«Hemos encontrado una relación con un homicidio anterior por envenenamiento», además que «el departamento de criminalística encontró rastros de la procesada en el lugar donde falleció la víctima de junio», confirmó en rueda de prensa el general Fausto Olivo, director de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased).
Según la Policía, la mujer, identificada como Lissa C., de 25 años, actuó en ambos casos con el mismo modus operandi: «envenenamiento».
«Lissa C., sospechosa del asesinato de sus dos hijos y de un hombre, el pasado 28 de octubre en la localidad de Pifo, tendría relación con otra muerte violenta ocurrida en junio de este año, en la misma localidad», resumió la confirmación de la Policía.
Además de sus hijos, en la residencia familiar fue encontrado el cadáver en descomposición de un hombre de unos 28 años, identificado como Jaime Y.
Su cadáver estaba «empotrado bajo el lavabo de la cocina, sellado con lona y enlucido con cemento. El cuerpo estaba en estado de putrefacción», informó en su día la Fiscalía.
La mujer fue detenida por 30 días con fines investigativos por el presunto delito de asesinato y, también, para determinar su posible participación en otras muertes violentas.
Este viernes, la Policía confirmó que «los procesos técnicos investigativos encontraron huellas dactilares» dentro del inmueble donde, el 11 de junio, falleció Marco E. y que coinciden con los de la mujer procesada, por lo que hay presuntamente relación entre los dos casos.
El hombre de 48 años fue envenenado con sustancias tóxicas y la Policía Nacional presume que, «en la vivienda donde encontraron al individuo, se habría celebrado algún tipo de reunión social, por lo que se investiga el vínculo que tenía la víctima con la mujer», según un comunicado.
El general Olivo habló por ello de la posibilidad de una «asesina en serie».
Las investigaciones también apuntan a que la mujer podría ser la responsable de otras «tentativas de asesinato a miembros de su mismo entorno familiar y social, hechos que ocurrieron en septiembre y octubre de este mismo año».
Según el general, el pasado 2 de septiembre intentó envenenar a sus dos hermanos y a su madre de 56 años, lo que provocó que su progenitora sufriera un derrame cerebral.
Asimismo, el pasado 5 de octubre intentó aparentemente terminar con la vida de una mujer que acudió a su casa a pedir trabajo.
El mayor de Policía Iván Naranjo, jefe de la unidad de muertes violentas del Distrito Metropolitano, señaló que «de acuerdo a los primeros análisis médicos realizados a la sospechosa, no se habrían encontrado indicios de que previamente ingirió alguna sustancia, por lo que se presume que las muertes fueron ocasionadas bajo conciencia», según el comunicado.
Actualmente se llevan a cabo todos los estudios médicos y psicológicos para determinar la situación legal de la sospechosa.
Panorama