La Cámara de Representantes aprobó este miércoles la propuesta de la bancada demócrata de impulsar un juicio político al presidente saliente Donald Trump.
La Cámara Baja votó de la siguiente manera: a favor del juicio político 221 demócratas y 10 republicanos, mientras que 197 republicanos se mantuvieron fieles a Trump.
La Constitución de Estados Unidos establece que el Congreso puede destituir al presidente (o vicepresidente, o jueces federales…) por «traición, corrupción u otros delitos y faltas graves».
La resolución discutida este miércoles consideró un solo cargo: «incitación a la insurrección», motivada por el encendido discurso de Trump antes del asalto de sus partidarios al Capitolio el 6 de enero.
Una vez que el presidente es formalmente acusado en la Cámara Baja, le corresponde al Senado organizar el juicio político. Actualmente la Cámara Alta se encuentra en receso y se prevé que retomen actividades el próximo 19 de enero.
Al final de los debates, los 100 senadores votan sobre la acusación. Se necesita una mayoría de dos tercios para aprobar una condena, en cuyo caso la destitución es automática y sin apelación. Si no se llega a los votos necesarios, el mandatario es absuelto.
Los senadores pueden votar después, con una mayoría simple, otras penas, como la prohibición de presentarse a un nuevo mandato.