Pedro Ricardo Maio / Miami (enviado especial)
Pablo López tomará la pelota en un partido que pudiera marcar, a pesar de ser el segundo día de competencia, el destino de Venezuela en el Clásico. Asume el reto con la misma responsabilidad de siempre, con ese carácter que lo convirtió en el último lustro en uno de los lanzadores más inteligentes del béisbol, sacando siempre lo mejor de su repertorio.
Está consciente de lo difícil que resultará toparse con un equipo como Puerto Rico, pero al mismo tiempo se preocupa más por enfocarse en sus fortalezas y en cumplir con su plan de trabajo.
“Sabemos que es una alineación difícil, pero debo estar enfocado y no cambiar nada de mi identidad como lanzador, debo ser el mismo Pablo López de siempre” confesó en un estadio que conoce muy bien.
Cambiado a Minnesota en movimiento que trajo a Luis Arraéz a Miami, el diestro conoce cada rincón de Loan Depot Park como la palma de su mano y tratará de explotar eso a su favor.
En el estadio, antiguamente conocido como el Marlins Park, presenta balance de por vida de 14-15, con 3.45 de efectividad, con 268 guillotinados en 284 entradas de labor.
“Es el estadio en el que debuté y estoy familiarizado con todo, con su entorno, con el montículo, realmente disfrutaba mucho lanzar aquí, por eso espero que mañana-hoy-pueda convertirlo en una ventaja” manifestó Pablo.
De todas las piezas que integran el lineup boricua, Francisco Lindor es el duelo que más se repitió en las últimas dos temporadas con un promedio favorable para el actual campocorto de los Mets quien colecciona 7 imparables en 20 turnos ante el venezolano.
“Va a ser un duelo interesante, el me ha bateado, yo también lo dominé en turnos importante y creo que cada uno buscará transmitirle esos conocimientos al resto del equipo para el partido de mañana. Como dije aquí estamos comprometidos y confiamos en nuestro talento”.
Aunque a los 8 años de edad representó a Venezuela en el sistema de Pequeñas Ligas; Pablo López no oculta el orgullo de lucir el nombre de su país en el pecho en el evento más importante de selecciones, así como poder compartir clubhouse con uno de sus peloteros más admirados: Miguel Cabrera.
“Estar en el mismo equipo de alguien que sabes llegará al Salón de la Fama es algo especial. Muchos de los que estamos aquí crecimos viéndolo triunfar y gracias a su ejemplo entendimos que con trabajo podíamos llegar a las mayores. En ese clubhouse es un líder, habla con cada uno de nosotros y esa inspiración es un plus para un evento como este” puntualizó.
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Meridiano