Domitila Flores, La Concepción, Santa Rita y San Francisco escoltan a las localidades parroquiales que lideran el balance criminal. En Maracaibo solo tres parroquias reportaron un asesinato cada una. Experto advierte que desigualdad en distribución de la riqueza incide en delitos como el homicidio
Las parroquias Donaldo García, cuya capital es el poblado costero de Barranquitas, ubicada en el municipio Rosario de Perijá; y Marcial Hernández, en jurisdicción de San Francisco, encabezaron la estadística de asesinatos en el estado Zulia durante el primer trimestre de 2023.
El principio de año comenzó muy movido para la parroquia perijanera, donde el 5 de enero ultimaron a sangre fría a tres pescadores en pleno Lago de Maracaibo. Ese triple crimen se le atribuye a un grupo de extorsionadores que disparó contra los infortunados sobre un bote que se encontraba en las aguas del Coquivacoa.
La muerte de Reibis Navas, Carlos Alberto Núñez Vásquez (54 años) y Alcides de Jesús Núñez Vásquez (52) se hizo viral a través de un video publicado en redes sociales, donde los maleantes muestran, tapado con la imagen de una calavera, el momento en que estos hombres fueron ejecutados.
Una semana después, cuerpos policiales y militares abatieron en un enfrentamiento a tres sujetos implicados en el asesinato de los pescadores, quienes fueron señalados de pertenecer a la agrupación liderada por «El Yiyi».
Tras el asesinato de los pescadores, el alcalde de Rosario de Perijá, Ely Ramón Atencio, se pronunció en ese momento al señalar que se requiere vigilancia permanente en las costas de Barranquitas.
«Esa gente (bandas) está en el Lago y tienen que ser repelidas con armas de alta potencia. No podemos esperar que asesinen a nuestra gente para activarnos. Tenemos que tener vigilancia y protección permanente», dijo.
Mientras que en la parroquia Marcial Hernández, otros tres ciudadanos fueron localizados sin vida, en diferentes fechas.
El pasado 14 de febrero hallaron a un señor de 75 años en su casa, en el barrio Suramérica, a quien estrangularon; 11 días después fue visualizado el cuerpo descompuesto de un hombre en un terreno, en las inmediaciones de Mercasur.
Y en la vía a Perijá, frente a la Zona Industrial Sur, encontraron el cadáver de una mujer a quien se presume ejecutaron a pedradas, el pasado 19 de marzo.
A las parroquias que lideran el balance criminal les siguen Domitila Flores (San Francisco), La Concepción (Jesús Enrique Lossada), Santa Rita y San Francisco, con dos homicidios cada una.
Otras 13 parroquias zulianas registraron en los primeros tres meses del año un asesinato cada una.
Entre las parroquias marabinas resaltan Caracciolo Parra Pérez, Chiquinquirá y Cecilio Acosta, con un homicidio cada una.
Se destaca que las parroquias punteras en homicidios son localidades con cierta depresión económica, si bien Marcial Hernández tiene en su seno una zona industrial y Barranquitas es un pueblo pesquero.
Inequidad social
El abogado especialista en Criminología y profesor de la Universidad del Zulia (LUZ), Jesús Enrique Párraga, durante entrevista con Versión Final, señaló que el 50 por ciento de los asesinatos se atribuye a la inequidad social.
«La inequidad es el factor que más se correlaciona con los asesinatos y los delitos contra la propiedad privada. Cuando se identifican los determinantes de las tasas de delincuencia, se atribuye a la inequidad, y no a la pobreza, el 50 % de los asesinatos y delitos contra la propiedad privada”, dijo.
Explicó que la inequidad social es la desigual distribución de la riqueza, donde hay mayor desigualdad de ingresos y por tanto imposibilidad del desarrollo y movilidad social.
Enfatizó que los altos índices de violencia son más comunes en sociedades en las que hay mayor inequidad social. “Las desigualdades sociales y la pobreza constituyen dos importantes predictores del delito”, añadió.
Párraga se refirió además a “una falta de capacidad técnica” y a la carencia de continuidad de los planes de seguridad en Venezuela. “La última vez que asistí a un plan de seguridad era el 21° que se presentaba al país, y eso hace unos 10 años”, indicó.
«Ningún plan de seguridad funciona, nada de lo que supuestamente diseña (el Gobierno) funciona. Se evidencia un total desastre, un total desinterés, además de negligencia activa, la irresponsabilidad y el incumplimiento de las obligaciones del Estado en el cuidado de los ciudadanos”, aseveró.
El profesor de postgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de LUZ considera que existe “una excesiva, innecesaria y estéril ideologización y politización de todo aquello que es seguridad”.
El investigador habla de variables determinantes en la ocurrencia de homicidios en la región. Menciona el acceso a las armas de fuego, una educación de baja calidad, el ocio y un estado de derecho y de gobernanza inefectivos.
«Todo eso influye en los altos niveles de criminalidad, donde se incluye la delincuencia organizada y la prevalencia de mafias y de pandillas”, apuntó.
Asimismo, recalcó la existencia, en Venezuela, de “una impunidad gravísima”. “Hay una aparente impunidad que ha prevalecido a otorgamientos de privilegios. Eso ha impedido a la justicia cumplir su papel interventor en los conflictos sociales de una manera adecuada, y eso es un reflejo de la debilidad del Estado”, subrayó.
«La debilidad del Estado es una condición de inseguridad que lo afecta tanto a él mismo como a la población. La debilidad o ausencia del Estado se constituyen en el mayor detonante de la inseguridad en Venezuela”, advirtió Párraga.
Además de los muertos que aparecieron en la parroquia Marcial Hernández, otras dos parroquias sanfranciscanas registraron asesinatos.
En la parroquia Domitila Flores destacó el asesinato del chofer del autobús de La Cañada, Atilio José Torres, de 47 años, el pasado 11 de enero. Horas después cayó abatido el sicario del trabajador del volante en un careo con la policía, en la Zona Industrial sureña.
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