Analistas internacionales no descartan que Saab sea usado como moneda de canje entre las administraciones de Maduro y Biden, aunque funcionarios de la Casa Blanca lo niegan
Alex Saab llegó hace poco más de un año a Estados Unidos, extraditado desde Cabo Verde y, transcurrido ese tiempo, sigue siendo una pieza clave de la administración de Nicolás Maduro para la reanudación del diálogo con la oposición.
De hecho, esa extradición fue la causa de que el oficialismo pateara la mesa de diálogo que se desarrollaba en México.
Y todavía hoy, el madurismo mantiene una campaña para que los tribunales de Estados Unidos tomen en cuenta el supuesto estatus diplomático de Saab para lograr su liberación, pero, sin éxito.
Saab está preso en Miami, donde le acusan de liderar una red de lavado de dinero y sobornos, a favor de Maduro. Aunque desecharon varios cargos en su contra, el de “conspiración para lavar dinero” podría condenarlo a un máximo de 20 años de prisión.
¿Moneda de cambio?
El politólogo venezolano Leandro Rodríguez Linárez, entrevistado por la Voz de América sostiene respecto a este caso que: «Si bien es cierto que el gobierno de Estados Unidos hizo todo cuanto pudo para finalmente aprehenderlo. Por otro lado, vemos cómo liberan a los sobrinos de Cilia Flores, no solamente acusados, sino atrapados en flagrancia” en delitos de narcotráfico.
Hace dos semanas, los gobiernos de Joe Biden y Nicolás Maduro anunciaron el intercambio de siete detenidos estadounidense y dos sobrinos Cilia Flores, lo que confirmó las conversaciones directas entre ambos gobiernos.
Analistas como Rodríguez Linárez consideran que ese canje de ciudadanos apresados por las autoridades de cada país puede abrir la puerta a una negociación por Saab. Esto, con una eventual reanudación de la cooperación energética, la restitución democrática en Venezuela y la flexibilización de sanciones económicas como parte de esas conversaciones.
El experto en ciencias políticas da por sentado que la entrada del invierno en Europa y Norteamérica puede ser terreno fértil para nuevos intercambios entre ambos gobiernos.
“La otra pieza posible del canje del régimen chavista pueda ser Alex Saab con miras a flexibilizar las sanciones petroleras para surtir la demanda tanto de Estados Unidos como de Europa. Es un caso sumamente complejo”, apunta Rodríguez Linárez.
Voceros de Estados Unidos han descartado que Saab sea considerado una moneda de cambio en la actualidad.
Brian Nichols, subsecretario de Estado de Estados Unidos para el hemisferio occidental, negó que la Casa Blanca vaya a ceder a tal petición del madurismo.
“Eso jamás está sobre la mesa. Pueden solicitar lo que quieran, pero no está sobre la mesa», expresó Nichols durante una entrevista a principios de octubre.
Por su parte, Félix Gerardo Arellano, analista especializado en relaciones internacionales, opina que Saab “fue y podría seguir siendo una pieza muy importante” para Estados Unidos y Venezuela gracias a la información que maneja en cuanto a los negocios millonarios del chavismo.
“Estuvo en el epicentro de negocios muy millonarios que involucran a altas esferas, no solo en Venezuela, sino que tiene implicados en una red de cómplices en otros países. Se movía a escala global. Eso lo hace una pieza clave, a diferencia de los sobrinos (…) este era un estratega, dirigía operaciones, todas directamente vinculadas con Miraflores”, dice.
“Alex Saab fue y podría ser siendo una pieza muy importante por la información que conoce, que maneja”, dijo.
Arellano advierte, sin embargo, que ha pasado un año de su detención y subraya que “nadie es imprescindible” en asuntos de gobernanza.
“Con el tiempo, va perdiendo relevancia. Tiene información muy delicada, pero ya hay nuevos negocios” en Venezuela por parte de otros empresarios vinculados al gobierno de Maduro, comenta.
Miraflores, mientras tanto, puede usar a Saab como “excusa” para permanecer alejado de una mesa de negociación sobre la que ya demuestra poco interés, asegura.
“Cualquier excusa es buena: Alex Saab, la mesa, el odio a algún delegado, cualquier cosa es buena para levantarse de la mesa. Saab forma parte de ese abanico de excusas que se pueden manejar. Va perdiendo relevancia geopolítica, estratégica”, insiste.
Posición ambivalente
Rodríguez Linárez considera que la postura de la administración Biden se antoja como “ambivalente” en los últimos meses, con contactos directos con Maduro, canje de detenidos y flexibilización de algunas sanciones energéticas, si bien insiste en respaldar a sus opositores, exigir mejoras democráticas y retomar las negociaciones de México.
“Es flexible para unos casos, para otros no”, observa. El experto estima que la carta del petróleo, Saab y las negociaciones se juegan al mismo tiempo en el tablero binacional.
“En el tema petrolero, hay avances. En el democrático, no. El tema energético parece ser el motor” de las conversaciones entre Washington y Caracas en las últimas horas, advierte.
Y, en el medio, señala, está un empresario que aún viste de naranja en una cárcel de la Florida.
Fuente: impactovenezuela
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo.