Con sus pretensiones en la Liga de Campeones probablemente desbaratadas, el Barcelona sabe que el título de La Liga española se ha convertido en algo que está obligado a ganar para apostar la enorme financiación del club.
El Barcelona, que el próximo domingo visita al Real Madrid en el clásico, necesitará casi un milagro para evitar ser eliminado en la fase de grupos de la Champions por segundo año consecutivo tras ganar sólo uno de sus cuatro compromisos hasta el momento. Un empate de 3-3 en casa contra el Inter el miércoles lo dejó al borde de otro boleto no deseado a la Liga Europa.
Este escenario no entró en los planes del Barcelona cuando hipotecó su futuro al vender parte de sus derechos televisivos y otros activos a fin de invertir en nuevos jugadores. El presidente del club, Joan Laporta, argumentó que el riesgo valía la pena para que el conjunto catalán vuelva a ganar títulos importantes y finalmente supere la dolorosa partida de Lionel Messi.
Las escasas esperanzas de Barcelona de avanzar en la Liga de Campeones dependen de que ganaron los dos partidos restantes de la fase de grupos y que el Inter no sume tres puntos ante Viktoria Plzen y el primero del grupo, Bayern Múnich.
Robert Lewandowski, al menos, ha demostrado que la inversión ha valido el esfuerzo. El delantero polaco de 34 años ha anotado 14 goles en 12 partidos en todas las competiciones desde que salió del Bayern. Lidera La Liga con ocho dianas y está igualado con Erling Haaland y Mohamed Salah en la cima de la tabla de goleadores de la Champions con cinco anotaciones cada uno. Los dos goles de Lewandowski contra el Inter esta semana salvaron al Barcelona de una derrota.
“Después de un mal partido tienes que afrontar la realidad de la mejor manera, mostrar que puedes jugar un buen fútbol y ganar”, dijo Lewandowski a DAZN televisión antes de su primer clásico contra el Real Madrid. “Es un momento un poco difícil pero sabemos que tenemos la oportunidad del clásico, de salir ahí a ganar el partido”.
Los equipos rivales están empatados en puntos en la cima de la tabla, si bien el Barcelona se mantiene por delante por diferencia de goles luego de siete victorias y un empate.
Laporta subrayó el viernes que no avanzar a los octavos de final de la Liga de Campeones le costará al club —que de antemano se enfrentará a una profunda deuda— entre 25 y 35 millones de euros en ingresos proyectados.
“Toca cambiar de ‘chip’, en Liga vamos primeros, seguimos con lesiones, pero tenemos jugadores muy buenos. Un equipo que hay que ser conscientes que está en formación”, detalló Laporta. “El objetivo estaba claro desde el inicio de la temporada, que es la Liga. En Champions queríamos pasar la fase de grupos y luego ver hasta dónde podíamos llegar, pero se ha complicado”.
El Barcelona ha sido muy golpeado por las lesiones, sobre todo en la defensiva tras perder recientemente a Ronald Araújo, Jules Koundé, Andreas Christensen y Héctor Bellerín.
Eso dejó al estratega del Barcelona Xavi Hernández solo con Eric García y el veterano Gerard Piqué como defensas centrales contra el Inter. Piqué, titular habitual antes de esta temporada, fue abucheado el miércoles tras dejar pasar un balón por encima que derivó en gol del equipo italiano.
La única buena noticia es que Koundé, que puede jugar de lateral derecho o de central, volvió a entrenar con sus compañeros el jueves.
La defensiva del Barcelona deberá enfrentarse a un ataque del Madrid encabezado por Karim Benzema y el veloz Vinícius Júnior, líder de su equipo con siete goles. Benzema, Rodrygo y Federico Valverde han anotado cuatro veces cada uno.
NAM – AP
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