Su nombre era Iris y estuvo recluida en el Hospital de Niños de Veritas desde 1987, luego de que su madre la dejara abandonada en el área de emergencia, a donde la llevó con diarrea y dolor de oído.
El pasado miércoles 15 de enero, en el Hospital de Niños de Maracaibo falleció Iris González, de 38 años de edad. Iris era conocida en el centro asistencial como la “paciente eterna”, pues fue abandonada en el recinto hospitalario por su madre cuando esta apenas tenía cinco años de edad.
La paciente presentaba un cuadro de parálisis cerebral, trastorno que impidió su normal crecimiento por la cual permaneció en una cama para niños.
El 22 de mayo de 1987 Iris llegó de la mano de su madre, María González, quien la llevó al centro de salud, ya que la niña presentaba un cuadro de diarrea, vómito y otitis aguda. Luego de ser examinada, los médicos de guardia recomendaron su hospitalización.
Su madre salió del hospital diciendo que iría por el desayuno y algo de ropa, la dejó a cargo de los médicos. Pero nunca regresó.
Desde entonces Iris quedó bajo los cuidados del personal que allí labora, quienes se dedicaron a darle toda la atención que requería.
Ella recibió todo el amor posible de médicos, enfermeras y estudiantes de Medicina, quienes le brindaron los cuidados durante todos estos años. Iris era el tesoro del Hospital de Niños en Maracaibo.
