Hablar de la Asociación de Comerciante e Industriales de Lagunillas (ACIL) no es simplemente hablar de una institución que solo ha buscado el bienestar de sus agremiados, es hablar de una organización que durante toda su trayectoria ha dedicado sus mejores esfuerzos en construir condiciones favorables para el crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad y del Municipio Lagunillas en general. Así, esa semilla sembrada aquel 04 de octubre de 1965 en los salones del Hotel Europeo ha estado presente en cada momento haciendo aportes en la transformación de esta joven y generosa tierra.
ACIL desde su fundación ha promovido y fomentado con valentía la defensa de los intereses de esta zona de la Costa Oriental del Lago y durante sus primeros años esta asociación gremial realizo las gestiones necesarias para dotar a Lagunillas de los servicios básicos de los que adolecía, logrando que se asfaltaran las principales calles de Ciudad Ojeda y se construyeran otras arterias viales importantes como la Avenida 34 y las calles Miranda y Vargas. De igual manera, se logró la incorporación de Lagunillas al sistema de discado directo de CANTV, y se batallo por el mejoramiento del suministro eléctrico que recibía nuestro municipio de CADAFE.
Durante sus años de existencia ha estado vigente y a la vanguardia de los procesos referentes a la actividad económica del municipio y además es un referente regional, pues desde ACIL se han desarrollado diversos proyectos, como la construcción de la Zona industrial de Ciudad Ojeda, la cual albergo el más importante conglomerado de empresas y talleres especializados en metalmecánica en todo el país, constituyéndose en un soporte de la economía local y nacional.
Pero resultaba paradójico que, a pesar de contar con un gran movimiento económico en todo su contorno territorial, hasta la década de los setenta, no había para ese momento una sede del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE) en nuestra localidad, donde se entrenara a la gran masa laboral contratada por las empresas que operaban en la zona.
Este sería otro éxito que se anotaría ACIL como institución gremial al lograr la creación de la sede del (INCE) en nuestra ciudad. Este hecho permitió que se elevara el nivel en los procesos de instrucción laboral, que antes de la creación del INCE se limitaban a unos cursos de economía doméstica, mecanografía y contabilidad que se dictaban en el desaparecido Centro Comunal.
Así como ACIL, luchó para que se estableciera un INCE Industrial, así también brego fuertemente para que los servicios que se prestaban a través del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) fueran extendidos hacia el Municipio Lagunillas.
Las gestiones se comenzaron a realizar en 1972, y hubo que esperar que transcurrieran casi una década desde la fecha de petición para que el gobierno central se condoliera de las condiciones deplorables con que se prestaba el servicio de atención medica en la localidad. En 1981, y tras una larga espera el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) decide construir el moderno dispensario que está ubicado actualmente en la calle Santa Mónica de nuestra ciudad.
Alcanzada esa meta, ACIL se lanza, junto con todos los sectores de Lagunillas a otra lucha, esta vez orientada a conseguir que el Ministerio de Sanidad traspasara el Hospital Pedro García Clara al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, un sueño que se hizo realidad en 1984.
También es importante recordar que en los años setenta la sociedad civil de Lagunillas libro una lucha que le permitió alcanzar el status de Distrito, y en la cual desde un principio ACIL se incorporó a esta cruzada que costo innumerables horas, días, meses y años de constantes reuniones con los distintos factores del poder político central y regional.
La autonomía municipal significo la materialización de un derecho de la comunidad a participar a través de órganos propios en el gobierno y la administración de cuantos asuntos le correspondía. Pero mucho más allá, esta lucha conjunta emprendida por ACIL y la sociedad civil de Lagunillas simboliza un ejemplo de unidad, desprendida de otra pretensión o interés distinto a la justa aspiración de evolución y mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la zona.
Así mismo, los trámites para alcanzar una institución de educación superior para ofrecer la formación académica adecuada a los jóvenes que residen en nuestro entorno geográfico se consiguió con la ayuda y las gestiones decisivas de ACIL, quienes junto a un grupo de ciudadanos lograron una extensión de la Universidad Rafael María Baralt (UNERMB) para el Municipio Lagunillas.
Entre la noche del 04 de octubre de 1965 hasta la actualidad, han pasado tantas cosas como para poder sospechar que la vida en el Municipio Lagunillas, y en especial en nuestra ciudad, no habría sido posible cambiarla sin la intervención de sus empresarios. Y es que desde el mismo momento de su fundación esta asociación gremial se consubstanció con la comunidad en la cual nació, siendo prácticamente imposible pensar en el Municipio Lagunillas sin pensar igualmente en ACIL.
Existen bastantes elementos de juicios para caer en cuenta que ACIL, los artífices que hicieron posible su creación, y quienes han ayudado a darle continuidad institucional, tienen derecho a figurar con trazos indelebles en la historia de este gran Municipio.
Por ello, es justo reconocer la constancia y el apego que desde las diferentes juntas directivas que han dirigido esta asociación, lo hayan convertido en su principal objetivo, que no es otro que crear nuevos espacios para el empleo y la producción.
Todo esto no hubiese sido posible sin que ustedes no hubiesen sembrado junto a la sociedad organizada, caminos para contribuir a contar con su trabajo, nuestro pasado, presente y futuro, siempre estará contando con sus aportes y esfuerzos.
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Cronista del Municipio Lagunillas