En los últimos días, se ha informado a través de las redes sociales, varios casos de maltrato contra el adulto mayor, que van desde el abuso físico, verbal, sicológico, sexual, emocional, así como también hechos referidos con el abuso de confianza, que involucra la violencia económica o patrimonial, también se pueden incluir hechos por omisión que causan graves daños, como la desatención, el abandono y el irrespeto.
“Según la OMS las personas de 60 a 74 años son considerados de edad avanzada, de 75 a 90 años viejas o ancianas, y los que sobre pasan los 90 años se les denomina grandes, viejos o longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará de forma indistinta persona de la tercera edad”.
Todo acto que vaya en deterioro de la salud física, sicológica, emocional de una persona de la tercera edad, incluyendo actos de omisión representa una conducta delictual, que deben ser denunciados ante los órganos competentes (Órganos policiales, Ministerio Público).
“Según cifras proporcionadas por la OMS, en el último año, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios”, sin embargo este número está sujeto a los casos que se denuncian, lo cual permite llevar un registro, pero a mi criterio, el maltrato contra esta población altamente vulnerable es mayor, porque no se denuncian y quedan en las cifras del silencio.
Todo acto de violencia es inaceptable y con más significancia en un adulto mayor, que a su edad merece atención, consideración, cariño, respeto y amor. Muchas veces estas personas sufren malos tratos y crueldad por parte de sus familiares, ocasionando en ellos ansiedad, depresión, además de lesiones que afectan gravemente su salud. Por lo general, el adulto mayor puede desarrollar con gran facilidad sentimientos de culpa, miedo, soledad, aislamiento producto de la edad, enfermedad, inactividad, condiciones de vida, relaciones familiares negativas o cualquier otra circunstancia que los afecte, recordemos que la vejez puede aumentar la susceptibilidad en las emociones.
Muchas de las personas de la tercera edad, sufre de violencia patrimonial (cuando algún miembro de la familia se apodera de sus bienes) siendo el factor principal el abuso de confianza y más cuando el agresor depende del adulto mayor. Es por esa razón, que hay adultos mayores que después de haber trabajado por años, para tener un nivel de vida adecuado y una vejez tranquila, se encuentran en estado de abandono, siendo desposeído de sus bienes injustamente por algún familiar malintencionado y aprovechado.
El adulto mayor merece ser respetado, atendido por su familia y por el Estado, garantizando una vejez sana y tranquila, evitando que nuestros abuelos estén en condiciones de indigencia, comiendo de la basura, sin atención médica, sin hogar y en estado de abandono.
En muchos países el adulto mayor tiene una significancia importante, son honrados y valorados, por ende gozan de pensiones que le garantizan tener una calidad de vida adecuada, además existen leyes que los protegen en caso de algún tipo de agresión.
Existe la mala concepción de que las personas de la tercera edad son frágiles, débiles y dependientes, pero no debemos olvidar que traen consigo un cúmulo de experiencia de vida con un valor incalculable que sirve a las nuevas generaciones, de ellos podemos aprender grandes cosas, porque son maestros de la vida. La edad no es una limitante mientras exista el ánimo y la actitud para seguir adelante. Afortunadamente existen familias que cuidan con esmero a sus adultos mayores, sintiendo un especial orgullo por su existencia, brindándole amor y mucha comprensión, pero hay otras, que los maltratan sin compasión ni respeto alguno, estos agresores merecen ser castigados por la justicia. Nunca hay que subestimar a un adulto mayor por sus años, porque pueden sorprendernos con su alegría, energía y ganas de vivir.
Nuestros abuelos merecen atención, paciencia y mucho cariño, ellos dieron toda su juventud por el bienestar de la familia y el país, ahora nos toca recompensarlos con amor y alegría, escucha sus consejos porque son fuente inagotable de aprendizaje. No olvidemos que todos vamos a llegar a la vejez porque es parte del proceso biológico de todo ser humano, nacer, crecer y envejecer.
Hay que generar consciencia sobre este tema y desde pequeños enseñar a los niños el valor de los ancianos, así como el respeto que merecen. Un adulto mayor no es una molestia, ni tampoco una carga, es un ser humano que está pasando por un proceso natural de la vida y merece toda nuestra consideración y admiración, quizás no tendremos la dicha de llegar a una edad adulta con entusiasmo y voluntad para vivir. En esta parte honro a mi abuela, que vivió 96 años, completamente lúcida, trabajadora, sana, coqueta y amorosa, hasta que Dios la llamó para su encuentro, ella en su juventud trabajó arduamente por su familia , sembró valores imborrables, nos dejó mucho amor, además el mejor ejemplo de humildad, bondad y buena actitud ante las dificultades. En todo momento la amamos hasta el final de sus días y más allá.
Si conoce algún caso de violencia (cualquiera de sus tipos) contra personas de la tercera edad, no se convierta en cómplice del delito y denuncie estos hechos ante los órganos competentes, tenga presente que mañana puede ser Usted.
“Envejecer es como escalar una gran montaña, mientras se sube las fuerzas disminuyen pero la mirada es más libre, y la vista más amplia y serena” (INGMAR BERGMAN)
Abg. Nilmary Boscán Maldonado.
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