El presidente de la Cámara de la Industria farmacéutica (Cifar) Tito López informó que el gremio ha enviado documentos al Ministro de Salud, Cámara de la Industria farmacéutica y hasta se han reunido con la Ministra del Comercio, Eneida Laya, para solicitar la dotación de vacunas, en este caso, la Sputnik V, para el personal de la industria farmacéutica; sin embargo, hasta ahora no han recibido respuesta.
“La solicitud es de 100.000 dosis de vacunas para el personal de la industria farmacéutica; no obstante, entiendo que hay un par de empresas que ya están registrando la vacuna ante el Instituto Nacional de Higiene y ya tienen permiso para importarla. Sé que están bastante adelantados, que se trata de la vacuna rusa y también en su defecto la vacuna de India, que entiendo ya Brasil la certificó. Supuestamente en pocas semanas la iban a empezar a importar, para el sector privado”, aseguró López.
La industria farmacéutica además se unió con la Cámara Venezolana de Farmacias (Cavefar) para solicitar directamente al Gobierno Nacional las dosis para vacunar a todo el personal de farmacias, auxiliares de farmacia, farmacéuticos, gerentes de tienda, etc.
“Nosotros, a través de la Industria, hemos generado un mecanismo de presión al gobierno de manera de que nos otorguen los permisos de importación. A través de la Cámara hicimos contactos con el distribuidor de la vacuna rusa en México, y recibimos una propuesta para adquirir 250.000 dosis promedio mensuales. Se solicitó el permiso, pero hasta ahora no hemos tenido respuesta positiva para importar directamente desde la cámara”, indicó López.
El presidente de Cifar, Tito López, además destacó que han recibido ofertas para importar la vacuna rusa Sputnik V “puesta en Maiquetía, nos la ofrecieron en un promedio de 25 dólares por dosis. Obviamente, faltaría el costo de nacionalización en ese caso, pero aún no tenemos nada en concreto”.
– Protocolos para la importación de la vacuna –
El presidente de la empresa distribuidora de productos médicos, Meditrón, Antonio Orlando, explicó que la vacuna es un producto biológico que requiere unos cuidados particulares en su manipulación, transporte y colocación.
Además aclaró que, “las vacunas para el Covid-19 apenas siguen siendo experimentales, sin importar el fabricante, pues hasta ahora han pasado tres fases de evaluación de una cantidad de pruebas en una selección de pacientes”.
El especialista explica el universo muestral de estos estudios:
Fase 1 en una muestra de entre 500. y 1000 pacientes
Fase 2 entre 25.000 y 30.000 pacientes
Fase 3 que está en alrededor de 65.000 y 70.000 pacientes en la que se hace la evaluación del producto.
En este sentido, explicó que los laboratorios no asumen los riesgos como si fuera un producto de libre comercialización, y es por ello que los Gobiernos son los únicos que pueden comprar la vacuna, firmando una declaración donde se establece que asumen los riesgos potenciales derivados de la aplicación.
“Si algún importador privado desea comprar la vacuna, debe de solicitar al Gobierno una autorización para que el riesgo y los efectos adversos que pueda tener la vacuna sean asumidos por el comprador o importador”, precisó Orlando.
Una vez se realice la compra y se permita la importación de la vacuna, se debe asegurar una cadena de frío confiable que garantice la efectividad del fármaco durante todo el trayecto desde el laboratorio hasta la colocación en el brazo del paciente, y para esto debe haber un monitoreo continuo en todas las fases de transporte terrestre, aéreo, en los almacenes, transporte interno del país y en las neveras que estarán mientras llegan los pacientes para ser vacunados.
“Una vez que llegue al sitio seguir con el protocolo de vacunación que implica descongelarla o llevarla a temperatura ambiente para colocarla entre un rango de 15 o 20 minutos al paciente. No se debe dejar pasar más de ese tiempo porque es un producto biológico y fácilmente se puede dañar, más de media hora a 40 minutos fuera de la nevera, el producto se puede dañar”, explicó el representante de Meditrón.
NAD