Poco o nada se sabe en los últimos años del creador de Telegram, Pável Dúrov. Sólo que se ha convertido en uno de los hombres más ricos de Rusia, es uno de los jóvenes empresarios más prometedores del mundo y su red social ha superado ya los 500 millones de usuarios.
«Yo pensaba que Dúrov no existía, que sería un mito», comentó a Efe Rodión Chépel, director del primer documental sobre el emprendedor de 36 años que se puede ver en los cines rusos.
Dúrov es muy celoso de su intimidad. Hizo su última aparición pública en 2017 en Indonesia y hace unos días publicó su primera entrada en Instagram en más de tres años.
«Vive entre Finlandia y Dubái», comentó a Efe Mijaíl Klimariov, director de la Sociedad de Protección de Internet.
TÓTEM DE INTERNET
«Dúrov», el documental de Chépel, intenta arrojar luz sobre una figura muy admirada por la juventud rusa, mucho más cercana al líder opositor, Alexéi Navalni, que a la gerontocracia del Kremlin.
«Quiero ser un tótem de internet», le dijo a su profesor al graduarse en un elitista liceo de San Petersburgo, donde también estudió el conocido matemático Grigori Perelmán.
Dúrov, que nació en la antigua capital zarista y vivió en Italia gran parte de su infancia y adolescencia, lo tenía claro.
Su primer paso en el mundo digital lo dio al ingresar en la facultad de Filología Inglesa de San Petersburgo. Creó un biblioteca virtual con los trabajos de los estudiantes para que estos pudieran ser consultados por otros alumnos (Durov.com).
LA CREACIÓN DE UN IMPERIO
Sin tiempo que perder, en 2006 fundó Vkontakte, el Facebook ruso, que se convirtió rápidamente en la principal red social en Rusia.
El problema es que la influencia de VK era tan grande que llamó la atención del Kremlin, presidido por un hombre de la era analógica que recela especialmente de internet.
La gota que colmó el vaso fue su negativa de bloquear a petición de las autoridades los grupos que organizaron las multitudinarias manifestaciones contra el fraude electoral en 2011.
Bajo presiones, Dúrov acabó vendiendo la plataforma en 2014 a los amigos del Kremlin (mail.ru).
En el momento más álgido de VK, según recoge el documental, lanzó aviones de papel hechos con billetes de dólar desde la ventana de su oficina en la segunda ciudad rusa, gesto premonitorio, ya que un avión de papel es el símbolo de Telegram.
Con ese servicio de mensajería encriptada, Dúrov dio el salto a otra dimensión que le acabaría llevando al exilio.
Recientemente, la revista Forbes lo incluyó por primera vez en la lista de los diez hombres más ricos de Rusia con una fortuna de 17.200 millones de dólares, cuatro veces más que en 2020.
«Viendo los ritmos de crecimiento de su compañía, en unos años será el líder mundial del sector», augura Chépel.
TELEGRAM, UN MONSTRUO UNIVERSAL
«La mayor ventaja de Telegram es que es una mezcla entre red social y plataforma de mensajería. Es el más cómodo de usar y, además es un instrumento para recibir información», explica Klimariov.
Insiste en que «no hay ninguna otra aplicación que disponga de canales, que, de hecho, son medios de comunicación de masas», a lo que hay que añadir la posibilidad de monetizarlos.
«Yo lo compararía con Jack Dorsey», confundador de Twitter, subraya Klimariov.
A mediados de abril, la prensa rusa informó que en dos años Telegram planea poner entre el 10 y el 20 % de sus acciones en el mercado.
«El hecho de que Dúrov conserve el 100 % de las acciones le diferencia de otros empresarios del sector. Entrar en bolsa en esa situación es algo único», explica Chépel.
CONFLICTOS Y CONTENIDOS PROHIBIDOS
En su momento, Krimaliov fue uno de los que participó en 2018 en el movimiento de resistencia contra el bloqueo de Telegram en Rusia, que exigía a Dúrov la identidad de los usuarios en el marco de la lucha contra el terrorismo.
«Nunca entregó a nadie a la policía», señaló Krimaliov, que mantiene contactos esporádicos con el empresario sobre la lucha contra ciertos contenidos controvertidos en internet.
El cineasta y el activista coinciden en que Dúrov no tiene ideología. Se define como libertario, aunque su creación se ha convertido en el instrumento preferido de la oposición desde Bielorrusia a Hong Kong.
Telegram es muy segura para la sociedad civil, pero también tiene un sistema de moderación que elimina canales con información peligrosa, sea vinculada con los suicidios, el narcotráfico o el extremismo,
«Dúrov escucha a su entorno. Son temas complicados desde el punto de vista moral», explica Klimariov.
TEMOR A UNA CAZA DE BRUJAS
Dúrov rompió su silencio esta semana en Telegram para informar de que la red bloqueó en el plazo de una hora la cuenta del asaltante que mató a nueve personas en un tiroteo en una escuela de la ciudad de Kazán.
Este tipo de sucesos «no deben servir de excusa para la organización de una caza de brujas o para convertir la sociedad en un campo de concentración», alertó.
Debido las presiones del Kremlin, Dúrov abandonó Rusia en 2014 con la intención de no regresar. Según el documental, de Neo se ha convertido en Morpheus, ambos personajes de la película «Matrix».