Este 23 de enero, fecha histórica para Venezuela que representa el fin de la dictadura en el país, el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional con mayoría opositora Juan Pablo Guanipa envió un mensaje a todos los venezolanos a través de sus redes sociales y dijo que «hoy es el día para honrar la memoria de los que perdieron su vida, de todos los presos políticos, de los exiliados, de los torturados, de los perseguidos, de los refugiados y de todo el dolor que se les ha causado a sus familiares y seres queridos. Hermanos Venezolanos, la justicia llegará, la libertad llegará, así como también llegará la paz y la reconciliación para toda Venezuela».
De tal manera, Guanipa dijo que este nuevo año 2021 se debe mantener viva la memoria de quienes han dado todo por defender la libertad y honrar sus vidas e ideales para construir una mejor Venezuela.
«Son muchos los que han perdido su vida por el bien de todos nosotros y de las próximas generaciones. Muchos ciudadanos, muchos estudiantes. En 2014, en 2017. Pero el chavismo-madurismo tiene sus manos llenas de sangre desde antes de llegar al poder en 1998, cuando cientos de civiles y militares murieron defendiendo las instituciones democráticas en los dos intentos de golpes de estado de 1992», dijo.
Continuó «ya en el poder y en épocas distintas decenas de fallecidos en 2002 por los pistoleros de Puente Llaguno. Más recientemente, casos emblemáticos como Franklin Brito en 2010, Oscar Pérez y Fernando Albán en 2018, el Capitán Rafael Acosta Arévalo en 2019 e, iniciándose este nuevo año, nuestro hermano Indígena de la etnia pemón Salvador Franco. Por todos ellos y muchos otros, reafirmamos nuestro compromiso permanente con la liberación de Venezuela”.
Hizo una reflexión dirigida a los países que defienden la libertad, los derechos humanos y la democracia, a través de varias interrogantes. «¿Si ustedes supieran que existe un asesino en serie en una ciudad donde ya se ha evidenciado su responsabilidad, qué van a esperar para detenerlo y enjuiciarlo? ¿Van a esperar que siga matando?… ¿Si ustedes supieran que existe un violador de niños en una comunidad ¿Qué van a esperar para detenerlo y enjuiciarlo? ¿Van a esperar que siga violando vidas inocentes?… ¿Qué pasaría si fueran sus familias y sus hijos las que corren el riesgo de ser las próximas víctimas?… ¿Qué más tiene que pasar en Venezuela?».
En este orden aseguró que «la justicia internacional no puede seguir actuando como si fueran médicos forenses que se dedican únicamente a determinar las causas de las muertes. La justicia internacional debe actuar para evitar la comisión de más delitos en contra de la ciudadanía venezolana”.
Dijo que hoy en día hay crímenes de Lesa Humanidad suficientemente documentados por distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos, por la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea, la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y las denuncias ante la Corte Penal Internacional, y que a pesar de ello no se ha resuelto nada.
Respecto al caso venezolano explicó que «existen crímenes de corrupción que, según nuestras investigaciones en la Asamblea Nacional, diversas organizaciones no gubernamentales, periodistas de investigación y hasta ex funcionarios del chavismo-madurismo, las estimaciones ascienden a los 700 mil millones de dólares, cifra que significa casi sesenta veces lo invertido en el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Con solamente una fracción de ese monto hay países del mundo que pasaron de la miseria al desarrollo. Por eso hoy Venezuela se ubica entre los diez países más corruptos del mundo, y aún no se resuelve nada».
Añadió que «han sido realizados diversos señalamientos, también, por crímenes de narcotráfico, lavado de activos, uso de fuerzas militares para actos delictivos, testaferrato, entre otros cargos por los que instancias internacionales han procedido a hacer acusaciones formales en contra de Nicolás Maduro y varios de sus cómplices, hasta llegar al extremo de ofrecer recompensas millonarias en dólares por sus capturas».
Dijo además que «en materia de terrorismo, Maduro y sus cómplices son reos de delitos como el terrorismo de estado, al promover grupos -fórmales e informales- que violan los Derechos Humanos y hasta acaban con la vida de manifestantes. Pero también se ha dado a conocer, con pruebas, la vinculación de este gobierno criminal con dirigentes de la guerrilla colombiana y con grupos terroristas internacionales, algunos amparados por estados aliados a al régimen de Maduro”.
A esto se le añade el hecho de someter a toda una nación a la pobreza, a la desatención, a la hiperinflación, a la precariedad en servicios públicos, a un salario de 1 dólar mensual, al hambre y a la desnutrición, es un crimen de guerra.
«Aún después de toda esta asquerosa barbarie, estos criminales siguen haciendo negocios y pretenden disfrazarse de víctimas con la complicidad de algunos países, cuando las verdaderas víctimas, somos todos los venezolanos», dijo.
El dirigente justiciero explicó que «esta reflexión la hacemos con absoluta responsabilidad, porque los venezolanos hemos ejercido nuestro derecho a la protesta, hemos resistido hambre, persecución, amenazas, cárcel, exilio y muerte, y aquí estamos firmes con nuestra dignidad humana recordando el 23 de enero de 1958 y la proclamación universal de los derechos humanos de 1948.
Nuestras instituciones hoy están secuestradas, pero también ponen a prueba a todas las instituciones del mundo, a su capacidad para impartir justicia y garantizar los derechos humanos. No pueden las afinidades ideológicas estar por encima de la violación a estos derechos humanos universales. En 1958 Venezuela se alzó y desplazó a un dictador. Y hoy en el año 2021 alzamos nuestra voz al mundo hasta liberarnos de esta dictadura criminal. Nosotros no estamos hablando, ni debatiendo, los venezolanos estamos haciendo. Estamos convirtiendo los derechos humanos en letra viva todos los días».
Concluyó asegurando que el 23 de enero es un día colmado de historia, que llena de fuerza y esperanza a los venezolanos y que simboliza a una Venezuela unida hasta alcanzar la libertad. «EL 23 de enero de 1958 está más vigente que nunca en este año 2021».
Con información del Centro de Comunicación Nacional