Rodrigo Cabezas, exministro de Finanzas de Hugo Chávez; Félix Bracho, exalcalde de Cabimas; los diputados del Consejo Legislativo del Zulia, Eduardo Labrador, Zenaida Fernández y José Vielma, disidentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); además de Roger Lázaro y Adnovio Suárez, respaldaron la suspensión de las elecciones parlamentarias.
En un comunicado indicaron se trata de “unas elecciones que no cumplen los estándares internacionales de transparencia, sin observación internacional y sin posibilidad de validarse mediante auditorías técnicamente soportables”, reseñó El Nacional.
Afirmaron que no avalarán estas elecciones parlamentarias, “dado su origen fraudulento al elegirse un Consejo Nacional Electoral por parte del Tribunal Supremo de Justicia, violando la Constitución que da tal competencia a la Asamblea Nacional, constituyéndose un poder electoral parcializado con rectores militantes afines al gobierno”.
Los disidentes del PSUV explicaron que además se ha vulnerado la vida interna de los partidos políticos al secuestrar las direcciones de sus legítimos dirigentes.
Disidentes del PSUV por una salida democrática
“Somos partidarios de una salida democrática, pacifica, constitucional y electoral a la grave crisis política de ilegitimidad originada en la usurpación del poder que ejerce Nicolás Maduro. Rechazamos cualquier vía violenta como medio para superar la actual tragedia nacional, reivindicamos el derecho al voto ciudadano para ejercer la soberanía; en tal sentido, respaldamos el planteamiento responsable de la Unión Europea y de actores nacionales para suspender las elecciones parlamentarias para el próximo año. Ello permitiría a las fuerzas democráticas opositoras y del madurismo discutir y acordar las condiciones de participación solicitadas por la legítima AN y las principales fuerzas políticas y sociales de Venezuela. En este contexto deberá ser causa a tomar en cuenta para el diferimiento de las parlamentarias la grave crisis y amenaza sanitaria que confrontamos debido a la pandemia mundial covid-19”, señalaron.
Dijeron que el Zulia quiere votar pero en elecciones libres y, con ello, poder expresar la molestia, el desencanto y el malestar general de 90% de su población por el estado de abandono y de sufrimiento humano al que ha sido sometido en los últimos años por el gobierno de Maduro y de Omar Prieto. “Estos no deberían seguir jugando con la inmensa paciencia de un pueblo que medio sobrevive con racionamiento eléctrico (13 plantas eléctricas producen un promedio de 115 a 130 megavatios, que apenas representan un 5% de la demanda de 2.200 megavatios para 3,7 millones de habitantes), sin gasolina (déficit nacional de 100.000 Bls /d), sin transporte público(satisface solo el 20% de la demanda), con servicios deficientes como la salud(40% de déficit de número de médicos), el agua (insuficiente en 87 sectores, 8 municipios, 31 parroquias), aseo urbano, telefonía e internet. A todo ello, se agrega como agravante la caída de la actividad agrícola, petrolera, industrial y de comercio, la hiperinflación, el desempleo y la inseguridad ciudadana”, afirmaron.
“En la entrada de la tercera década del siglo XXI el madurismo gobernante quiere condenar al Zulia a vivir y sufrir como en la época medieval. Obligados estamos a rescatar nuestra democracia para poder producir un cambio político que la inmensa mayoría de la nación reclama y apoya”, agregaron.
VF