La última explicación que Corpoelec ofreció sobre la razón por la cual se ha venido incrementando los cortes de electricidad por mayor tiempo y con mayor frecuencia, principalmente en los estados occidentales y andinos hacía referencia a problemas con las líneas de transmisión, lo cual «obliga» a reducir la cantidad de megavatios de electricidad enviados desde la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri) al resto del país, principalmente hacia los estados más distantes.
La explicación no convence a nadie, pero, lo peor del caso es que dan la explicación, pero no la solución. es decir, están enviando menos electricidad al occidente del país por problemas con las líneas de transmisión y punto, eso es todo, cuando una empresa responsable expone el problema y su solución. Al parecer aquí no la hay o al menos, no explicaron cuál sería.
Mientras tanto, en estados como Zulia, Lara, Falcón, así como los andinos estados de Trujillo, Mérida y Táchira y estados como Barinas, Portuguesa y Apure, el colapso eléctrico se ha intensificado afectando por completo la dinámica social.
No obstante, en el Zulia, la situación es aún peor, porque, no solo es el estado más afectado, donde están aplicando mayor cantidad y por mayor número de horas de racionamiento eléctrico, sino que el clima no es nada amable y la gente simplemente es torturada con estos esquemas de cortes inhumanos.
Vuelve el perro arrepentido…
Si usted ‘Googlea’ crisis eléctrica seguido de Noticia al Minuto, podrá encontrarse con más de 20 trabajos profundos, con expertos en la materia exponiendo sus criterios sobre las razones de esta calamidad, sin embargo, no mencionarlo de nuevo, cuando, ahora mismo, el Zulia está padeciendo como nunca los latigazos de la penumbra obligada, sería irresponsable.
Expertos como Winston Cabas, José Aguilar, Félix Gonzalez, Agustín Marulanda, Ciro Portillo, entre muchos otros a los cuales hemos consultado, coinciden: «Hasta que no haya un cambio de gobierno y con éste un cambio de política pública en materia de servicios públicos, no solo vamos a seguir padeciendo, sino que cada vez será peor el castigo».
Los mismos expertos sostienen: «Fuga de talento, gente no capacitada al frente de las operaciones, desinversión, falta de recursos para reposición de repuestos y equipos y falta de mantenimiento son las causas de que el sistema eléctrico de Venezuela, que otrora fue el más robusto de todo Latinoamérica, hoy esté en el suelo y levantarlo implicaría una inversión incalculable».
Historias terribles
Alexandra Pulido, trabaja en una empresa de seguros. Se levantó a las 5.00 de la mañana del 02 de octubre con mucho dolor de cabeza y agotada. Preparó a su niña (también cansada) y la llevó al colegio, siguió para su trabajo y cuesta arriba inició sus labores. A mediodía, quitaron la luz en el sector donde queda su oficina.
«Es muy complicado cuando estás trabajando en tu oficina y te quitan la electricidad por cuatro o cinco horas, pierdes el tiempo, te agotas, no puedes solucionar y para colmo el calor te mata».
A las 4.45 minutos de la tarde repusieron la electricidad. Ya era tarde, ya no podían hacer nada ni Alexandra ni sus compañeros.
Tomó su carro, pero, debió hacer una parada en una estación de combustible para surtir. Allí permaneció una hora en una cola, pero, afortunadamente logró equipar.
Cansada, agotada y con trabajo acumulado, Alexandra tomó un montón de carpetas y se las llevó a casa para adelantar el trabajo que la falta de electricidad le impidió ejecutar en su oficina y cuando llega a su casa que mete el vehículo en el garaje y está cerrando la puerta, quitan la energía en su casa. Son las 7.00 de la noche.
Alexandra queda congelada. La electricidad la volverán a reponer a las 12.00 de la medianoche y, seguramente, cuando la repongan, Alexandra tendrá que adelantar aunque sea un poquito de trabajo, porque, sino, no puede cumplir y la empresa caerá en incumplimientos.
Alexandra finaliza su extenuante jornada a las 3.00 de la mañana cuando, vencida por el sueño, se acuesta para solo intentar dormir dos horas antes de que suene la alarma a las 5.00 de la mañana.
¿Quién rinde así?
La historia de Alexandra Pulido, es la de la mayoría de los zulianos, sanfranciscanos y maracaiberos, sin mencionar que en cada apagón -tanto el de la oficina como el de casa- la temperatura es lacerante. Las millones de Alexandras que viven en Maracaibo tienen como destino enfermarse.
Dolores de cabeza y cuello, estrés, rabia, impotencia, indignación y desesperanza, son los compañeros del día de Alexandra y de las demás ‘Alexandras’ de esta lastimada región.
Muchos no aguantan más y, a falta de mayores recursos para poder irse por la vía legal, se someten a la tortura del Darién en busca de ver si se les da cambiar esa situación.
Esa es la realidad que padecen los zulianos en todos los municipios; los andinos, los llaneros, los larenses y los falconianos. Es el pan de cada día.
A eso súmale los electrodomésticos dañados a consecuencia de las fluctuaciones (bajones) muchos de los cuales jamás serán sustituidos porque, simplemente, la capacidad adquisitiva de la gente solo le alcanza para ‘medio comer’.
¿Está bien así? Son las terribles historias de la resiliente vida de supervivencia de zulianos y venezolanos que no ven luz al final del túnel.
NAM/Redacción/Redes
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