El antropólogo y coordinador de Homo et Natura, defensora de los Derechos Humanos de los pueblos indígenas, habla de la crisis de la comunidad asentada en la Sierra de Perijá: “Entre 3.000 y 5.000 aguacates se están perdiendo ahorita en las montañas de la Sierra de Perijá”
Aplomo. Si algo caracteriza a Lusbi Portillo, antropólogo y coordinador de la organización Sociedad Homo et Natura, defensora de los Derecho Humanos de los pueblos indígenas y de la preservación de los bosques, suelos y ríos de la cuenca interior del Lago de Maracaibo, es su carácter frontal.
Portillo asegura comisiones policiales y de inteligencia policial lo acechan. “Debajo de mi edificio, tres individuos subieron a preguntar por mí con la excusa, del más joven, de que quería que yo lo asesorara en un estudio. Se retiraron y luego regresaron a las 7:20 pm”, adelanta.
No es la primera vez. Asegura que hace cinco meses llegaron cuatro funcionarios del Cicpc. “He sido víctima de acoso por guerrilleros durante la llamada Cuarta República. Y en esta de la CIA al principio y más reciente de paramilitares”, amplía.
Versión Final lo entrevistó para profundizar sobre el conflicto que afecta desde finales de mayo a los yukpa. Fiel a su estilo desenfadado, pero con claridad, detallo:
Los yukpas no están centralizados. Ellos no son como los partidos comunistas o socialdemócratas, que tienen un comando central, una dirección central. Cada comunidad es independiente y libre de la otra. Hay un cacique que lo cambian a cada rato. Cada yukpa es cada yukpa. Cada yukpa es como un partido. Entonces, ellos deciden por su cuenta”.
La referencia la hace para referirse a la matriz comunicacional que muestra a la etnia indígena asentada en la Sierra de Perijá como hostil o reacia a buscar soluciones pacíficas a sus conflictos.
Pero explícanos que fue lo que pasó. Se menciona que ellos exigen un pago de 90 mil dólares por su mercancía.
– ¿Cómo fue eso?
Anteriormente fueron expulsados por un piquete de la Guardia Nacional, de la policía. No sé cuántos había 300, 400, no sé. Eran demasiados. Y los rodearon. Se trajeron barís, caciques barís. Se trajeron a la gente de Azovariven. Se trajeron a todos los caciques mayores y segundos jefes. Se los trajeron en un bus viejo, que de regreso se quedó, para hablar con ellos, para ablandarlos. ¡La importancia de llegar a un diálogo! Como si fuera que ellos no quieren diálogo. No hay un pueblo que converse más y busque más diálogo que los yukpas. Pasan horas conversando y discutiendo.
Entonces, con la presión policial, militar y con todos estos jefes indígenas, conversaron con ellos y al final un general de la Zodi, creo, que dirigió ese pelotón, les dijo que le iban a comprar la artesanía a todos luego de una llamada que le hicieron a él, y se retiró del grupo. Y entonces, cuando regresó, como a los tres minutos, dio esa información y se fueron todos.-
– ¿Y eso quedó solo en promesa?
Bueno, déjame explicarte bien, algunos tenían los cauchos ‘espichados’ y tuvieron que arreglarlos. Otros no tenían gasolina y tuvieron que traer gasolina y por fin llegaron y se fueron a los Dulces, a un puesto militar que tienen ahora de la Guardia Nacional llamado Los Dulces. Ahí permanecieron un rato y el grupo de Reiner, el grupo de Reina Ubirichi y del Tokuko se fueron porque allá en la sede del partido de gobierno del PSUV, les iban a pagar. Cuando llegaron allá no le pagaron nada.
Entonces ya no se podían devolver porque estaban sin carros. Los choferes que se pagan, porque ellos vienen en camiones que alquilan con buenas condiciones y el dueño del camión o el chofer del camión se viene con la mercancía y junto a venderle pagan el viaje. Entonces ahora tienen una deuda de mil dólares porque les rompieron a los carros, los vidrios.
– Eso dónde ocurrió…
La policía allá en el 104. Y en el camino les tiraban ‘miguelitos’ y unas cabillas con púa. Eso fue una pelea campal y en cada alcabala es una pelea campal. Así fueron rompiendo el cerco y llegaron, llegaron al Puente la primera vez. Bueno, entonces, otro grupo del río Yaza, porque el río Yaza, esa cuenca está dividida en cuatro sectores y cada sector es independiente del otro. Ahí están la gente del Yaza del sector que está más pegado, más cerca, límite con el Tokuko, en esa parte de allí, límite con el Tokuko. Esos son los que están allí. Esas son las familias de Sabino (Romero) y de ese grupo pues grande, que uno dice: “Los Sabinos”. Esos son los que están ahí peleando en estos momentos y tomaron el Puente sobre el Lago de nuevo.
– Pero, de fondo, cuál es el clamor, qué necesitan las comunidades yukpas…
¿Qué necesitan las comunidades yukpas? Diez años tienen solicitando en Caracas cuando estaba Omar Prieto allá en la gobernación, cuando estaban otros allá en la alcaldía, ‘Sabinito’ hizo varias gestiones, principalmente con otros caciques, porque siempre cuando baja un cacique, un jefe, van como 15 que están abajo de las comunidades y no hubo manera de conseguir que arreglaran la vialidad.
Ellos necesitan un plan integral para ejercer la actividad agrícola. Necesitan tractores y equipos, verdadero respaldo; tanques de gasolina, aceite y gasoil; y acompañamiento de un personal que puede ser un técnico, cada chofer de la máquina que es un personal especial y los que manipulan el aceite y los demás pueden ser yukpas, pero no, no es posible. Si se le hubiese arreglado la carretera, ellos no vivieran de artesanía, porque es una actividad secundaria, pero entonces todos los plátanos en estos momentos se pusieron amarillos, ya no los pueden sacar para vender, porque hay que sacarlos verdes, entonces no lo pueden sacar porque son kilómetros de subir y bajar cerro hasta llegar a la carretera que comunica a Machiques con El Tokuko, que es la última comunidad ya pegada con el territorio barí.
– ¿Y cómo hacen con lo que hoy producen?
Alguna gente, cuando tienen a alguien enfermo aprovecha o tienen que bajar se llevan la mitad de un saco de plátano. Van 5 o 6 familiares, hermanos, la madre, el padre y bajan esos sacos. Es todo un día para llegar a un lugar donde pase la chirinchera, que va del Tokuko a Machiques. Entonces e se ponen en la Plaza Bolívar de Machiques y los venden muy baratos y todo el mundo va y se los compra. La gente de las tiendas, de los abastos de Machiques, les compran todos los plátanos o lo que traigan, ocumo, a veces traen topocho, ellos sacan queso e inmediatamente lo venden. Pero si hubiese facilidad de vialidad, bajaran con la agricultura. Entre 3.000 y 5.000 aguacates se están perdiendo ahorita en las montañas de la Sierra de Perijá.
Todos esos conucos que sembró Sabino llenos de plantaciones. Esos aguacates se están cayendo ¿Y cómo los sacan? es muy difícil sacarlo, porque no pueden meterlos sino en cestas. Es un aguacate largo, necesitan cestas y mucho manejo cuidadoso. Entonces, ¿cómo hacemos? ¿Cómo hacemos? Ellos quieren la agricultura, ellos viven de eso, entonces, ¿quién es el culpable? Ahora, si no quieren, si no les arreglan la carretera, si no les arreglaron en 10 años la carretera… Hoy hay una gran cumbre con Rodrigo Ceballos, con ese militar, con todos los organismos y los yukpas para volver a hablar otra vez la paja de un plan yukpa, ¡por favor! ¿Cuántos planes yukpas se han hecho? ¿Cuántos planes yukpas se han hecho? Otra vez la misma paja. Entonces, esa es la situación, pues.
– Es compleja la situación sin voluntad política…
Clarooo… en las comunidades hay leishmaniasis. Hay cuatro casos detectados, uno en el Tokuko, dos en el Yaza y uno ya hacía la Villa, en Tinaco. Solo una, una muchacha de 18 años, pudo bajar a hacerse el examen. Tú no sabes lo costoso de hacerse un examen para que te apliquen el tratamiento. Ella lo logró hacer. Yo la ayudé, porque esas son familias de Sabino, esa es la hija menor de Carmen Fernández, la jefa de Kuse, comunidad que está abajo de donde vivía Sabino. Y ya la úlcera está pequeñita, porque la inyectan seis veces con una jeringa pequeñita de insulina alrededor de la llaga. Eso duele mucho. Y esa llaga tiene que mantenerla viva para poder irse cerrando. Bueno, los demás no tienen la posibilidad de salir de allá de Machiques o del Tokuko porque no hay ese médico. Ningún médico de Machiques quiere aprender el curso sobre leishmaniasis que imparten en el Sistema. Para un médico de eso le da asco atender a un llagoso yukpa.
– ¿Qué puede ser si no se actúa con celeridad?
Bueno, este gobierno no actúa para saber las cosas de los indígenas. Actúa para otras cosas, pero para los indígenas son 10 años de soledad. Desde que se murió Chávez no hay… no es que Chávez ha atendido demasiado, no, manejó demasiado dinero y algo llegó allá. Algo llegó. Pero este de ahora no, este Nicolás Maduro Moros, no, nada. Como no hay, no hay nada para los yukpas. ¿Qué hace con esos cobres si le pagan sus artesanías? ¿Si logran venderlas? Bueno, con esos cobres ellos comprarían una motobomba para fumigar conucos. Pueden comprar mulas. Los hacendados venden muy caras esas mulas. Traen unas mulas grandísimas. Los yukpas colombianos se las venden. Los campesinos colombianos se las venden. Compran becerros. De toda esta venta, ¿qué significa vender 500 collares? Bueno, tener dos vaquitas, dos becerros. Hay que hacer una encuesta, ¿en qué gastaron los yukpas el dinero?
– Dirán que se los beben…
Y algunos se los beben. ¿Quién no bebe? ¿Cuál padre de familia, obrero, profesor de la universidad no bebe? ¿O del liceo o un trabajador no bebe? No beben ahora, pero ¿cuántos depósitos había en Maracaibo? ¿Cuántos? Ya no hay, muy poco. Porque todo el mundo salía a beber viernes, sábado. Entonces son los yukpas los únicos que beben. ¡No, chico! Estamos en el medio. El racismo no se ha ido. Estamos en la colonia. Hay que investigar muy bien por qué este estado es colonial.
– ¿Por qué dice que este estado es colonial?
Es racista. Es racista porque es colonial. Entonces es horrible. Hay que estudiar el problema del racismo en el Zulia. ¿Por qué la gente de Machiques, la ideología imperante, es la ideología de los ganaderos? Sí, es la ideología de los ganaderos. El maracucho tiene la ideología del rico, del petrolero. En toda la Costa Oriental del Lago, bueno, lo más lindo del mundo son los gringos. Los gringos petroleros. Vivir en un campo petrolero. Ese era el sueño. Que una familia esté enamorada de un trabajador petrolero. ¡No chico!
Tu opinión es importante para nosotros, déjanos tu comentario y síguenos en Instagram, Twitter, Facebook y YouTube recibe de inmediato los hechos noticiosos y análisis tal como están ocurriendo con nuestro grupo de WhatsApp