El partido UNT en la región manifestó su preocupación ante la falta de gasolina que está afectando el transporte de alimentos, en el contexto del Estado de Alarma decretado para frenar el avance del coronavirus.
“Luego de 15 días que se declarara el Estado de Alarma para el Zulia ante la presencia de casos de Covid-19, la falta de gasolina ha generado retrasos en las rutas de despacho de alimentos afectando la reposición de productos de primera necesidad en los anaqueles de los supermercados” aseguró Jesús Contreras, coordinador del programa UNT Solidario.
“De acuerdo al último informe presentado por Fedecamaras Zulia, la falta de gasolina ha generado que el 22% de los productos de la canasta alimentaria sufran un incremento en los costos de venta, hoy vemos como el precio del queso pasó de 280 mil bolívares el kilo para ubicarse en 580 mil bolívares elevándose en 120%, la razón? Muchos comerciantes han tenido que recurrir a la compra ilegal de combustible para seguir vendiendo los productos”, manifestó Contreras
El dirigente de UNT indicó que la carne hace 15 días estaba en 180 mil bolívares por kilo y hoy se encuentra el mismo producto en 350 mil bolívares; lo cual, a su criterio con el salario mínimo imposibilita que una familia pueda cubrir sus necesidades alimenticias durante esta cuarentena.
Acotó que algunos alimentos e incluso medicamentos no se consiguen en las farmacias. “En algunos supermercados ya están racionando la cantidad de harina de maíz y azúcar para la venta por persona. Los medicamentos para pacientes hipertensos comienzan a desaparecer de los anaqueles, la situación en nuestro estado es muy delicada
“Vemos como un cartón de huevos costaba 260 mil bolívares y hoy cuesta entre 380 mil a 400 mil bolívares, no hay persona en este país que pueda aguantar eso, el poder adquisitivo del ciudadano está quebrado, la gente depende no solo de su salario, aquellos que viven del día a día son los que sufren las graves consecuencias, sabemos que son medidas para evitar la propagación y contagio del virus pero el país no cuenta con las condiciones para soportar esta crisis y ahora se le suma el Coronavirus”, aseguró.
Contreras solicitó a las autoridades de seguridad en la región occidental de Venezuela, prestar mayor colaboración a los pequeños y medianos comerciantes, al igual que a las cadenas de distribución de alimentos para que estos puedan cargar combustible y continuar con su trabajo.
“De los municipios del estado Zulia hemos recibido denuncias en donde los comerciantes son perseguidos por los funcionarios, los amenazan con multas por no cerrar a las 2 de la tarde, así tengan a personas en la cola para comprar. Si estos salen a distribuir a su personal porque tampoco hay transporte público los detienen por espacio de una hora, ni los comerciantes tienen garantía para poder circular, el estado vive un toque de queda después de las 2 de la tarde y eso va a empeorar la situación”, expresó.
Por su parte, Carlos Alvarado, comerciante y panadero en Casigua El Cubo del municipio Jesús María Semprún, manifestó sentirse de manos atadas ante la crisis que se vive en la región por la falta de gasolina.
“Aquí pasamos hasta 15 días sin gasolina y ahora envían una gandola para una sola estación de servicio la cual está tomada por los militares y solo algunos privilegiados pueden surtir combustible, estoy pensando en cerrar mi panadería porque no tengo como ir a buscar los productos, la harina de trigo tampoco me está llegando, no puedo estar comprando gasolina de contrabando porque las pocas ganancias de las ventas se van en pagarle al personal”, aseguró.
Entre tanto, Aleida Villalobos, una pequeña comerciante informal del municipio Machiques de Perijá dice que su única fuente de ingreso es la venta de nata, plátano, yuca y queso y que por lo regular esas ventas las hacía en horas de la tarde pero con la medida impuesta sobre los horarios y la gasolina se le ha imposibilitado reponer esos alimentos.
“Los señores que me traían las cosas no tienen gasolina, yo no tengo carro y mucho menos una bicicleta para salir, tengo 4 hijos y eso era mi medio para poder sustentar a mi familia, a mi esposo lo mataron hace 3 años para robarlo y no tengo quien me ayude, y ahora cómo hago para vivir y alimentar a mis hijos? Con un bono no lo puedo hacer porque solo se me va en comprar una harina y un cuarto de kilo de queso, esto es horrible”, lamentó Villalobos.