El presidente de Datanalisis, Luis Vicente León, argumentó que el Ejecutivo “trata de negociar dentro de su disponibilidad de recursos” porque no tiene muchas opciones ante la presión social por las protestas registradas a nivel nacional
Entre falta de voluntad política, jugar al desgaste anímico y la encrucijada económica del país, estarían las razones por las que, según analistas y voceros del gremio educativo, la administración de Nicolás Maduro ha dilatado las negociaciones para mejorar el salario de los docentes.
Con la calle caliente por las persistentes marchas y protestas registradas en todo el país, aunado al sin sabor que generó la reunión fallida entre las partes involucradas del jueves 9-Feb, los maestros juraron no desistir hasta lograr el objetivo.
Rafael Rincón, presidente en Colegio de Licenciados en Educación de Venezuela, seccional Zulia dijo en conversación con Versión Final que “honestamente tiene que haber una voluntad política y hasta ahora el patrono (Nicolás Maduro) ha demostrado que no hay voluntad para atender las necesidades de un sector tan importante como la educativa”.
Por su parte, el economista y presidente de Datanalisis, Luis Vicente León, en conversación con este medio, sostuvo que el Ejecutivo debe enfrentar la problemática de raíz y no solo atender las peticiones de un sector sino a mejorar el poder adquisitivo de los venezolanos.
“Hay que pensar en rescatar los salarios del sector público, en buscar mecanismos de reactivación del ingreso, políticas de estabilización de inflación y cambiara. El Gobierno tiene que enfrentarlo, esto no es una opción”, sentenció el especialista vía telefónica.
A su criterio: “Hay un montón de problemas, hay crisis financiera, no puedes generar bolívares para pagar si no tienes respaldo, eso generar mayor presión inflacionaria. El Gobierno no puede decir ‘yo no tengo plata y no atiendo la demanda’ porque se multiplicarán las protestas nacionales y llegaremos a un punto en que se convierta inmanejable la situación económica y social del país”.
“Obviamente el Gobierno trata de dialogar, de bajar un poco la presión para poder negociar elementos que sean racionales dentro de su disponibilidad de recursos, en una negociación salarial siempre las dos partes tienen que llegar un punto intermedio pero creo que es clave entender que las posibilidades que no se reaccione y no se atienda es muy baja porque es muy conflictiva”, argumentó.
Pero, ¿realmente el Gobierno se hace a la vista gorda de las peticiones del gremio docente al cual también se le ha unido el sector público?, ante la incógnita, Damelis Chávez, diputada ante la Asamblea Nacional por el PSUV por el estado Zulia, conversó con Versión Final y pidió un voto de confianza al Ejecutivo Nacional.
“Si él (Maduro) dice que se está debatiendo una solución yo les pido un voto de confianza pero sin bajar la lucha, mantener la lucha pero atender al niño y niña”, dijo la también docente zuliana que manifestó sentirse identificada por la lucha gremial ante la crisis económica que atraviesa el país.
Destacó que tras 28 años de servicio, “me pongo al lado de ellos y siempre voy a estar al lado de los maestros. Nosotros debemos mantenernos en la lucha pero es necesario que atendamos a nuestros estudiantes. Felicito al maestro que en su condición de maestro exija los derechos que nos corresponda”, culminó.
“Gobierno en especie de encrucijada económica”
Ante la situación sociopolítica del país, el economista Leonardo Soto, dijo en una conversación con este medio que el Ejecutivo Nacional estaría en una “encrucijada económica” que ha conllevado a una postergación de un incremento salarial al gremio educativo.
El especialista recordó que Delcy Rodríguez, vicepresidenta Ejecutiva de la República, anunció el pasado 14 de enero que «más pronto de lo que se imaginan» habría anuncios sobre ajustes del salario pero no ha cumplido.
“Están en una especie de encrucijada desde el punto de vista económico, donde se reúnen constantemente para tratar de buscar la salida económica más apropiada de dónde va a salir el dinero que compense ese aumento que en promedio no debería estar por debajo de los 150 dólar¹es”, refirió Soto.
Aunque no quiso ser enfático en una cifra, resaltó que “cualquier salario debe ser igual o superior a la canasta básica alimentaria que está alrededor de los 450 dólares”.
Soto considera que la administración de Nicolás Maduro busca la forma “apropiada” de calcular un ajuste salarial que, “tal vez no va a llegar a la expectativa de los venezolanos” pero que cualquiera que sea el ajuste sería consumido en semanas por la inflación.
Finalmente recordó que las sanciones impuestas por Estados Unidos “sí afectan de manera significativa” la capacidad de respuesta económica del Ejecutivo Nacional por incluso verse imposibilitado a solicitar un préstamo a instancias como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.
Falta de respuesta podría agudizar las protestas
En voz del director ejecutivo de Datanalisis, Luis Vicente León: “Por primera vez en muchísimos años hemos visto un trabajo conjunto entre los sindicatos y Fedecamaras, los gremios, las empresas, para buscar soluciones al incremento salarial en Venezuela, creo que nunca lo había visto”.
A su criterio, el sector educativo puede ser una “punta de lanza” y que de no obtener una respuesta concreta en mucho tiempo, “probablemente se va a ver (en las protestas) a otros sectores porque muchos tienen la misma problemática”.
“Quizás son el primer sector que se organiza porque estas no son protestas políticas a diferencia del pasado reciente, no están organizadas por un dirigente político o partido para protestar contra el Gobierno, el objetivo de esta protesta es la recuperación del salario, de los derechos económicos y humanos, es una protesta espontanea”, recalcó.
Su opinión es compartida por Estebán Oria, presidente de la Federación Venezolana de Politólogos, quien comparó el actual escenario de protestas con las manifestaciones de 2017 y reafirmó que las movilizaciones de este año están organizadas por los sindicatos y sin liderazgo político.
“Teníamos mucho tiempo viendo las calles de Venezuela vacías de protestas, esto es un indicador de que la gente no ha dejado de luchar, pero también pudiera ser un juego de inteligencia de Maduro para meter a unos ‘caballos de troya’ para ganar tiempo y quedarse eternamente en el poder”, dijo el especialista en conversación con Versión Final.
Pronosticando un escenario sin respuesta a las exigencias y a la permanencia de los sindicatos en protestas e incluso a un llamado de paro nacional, advirtió que la administración oficialista no podría utilizar a los llamados “colectivos” para intimidar a los venezolanos.
Finalmente acotó que los ciudadanos están en su derecho de protestar de forma pacífica; “hablar de un paro general que no se llegó a dar en 2017, llegaría a todas partes del mundo y reflejaría la realidad de Venezuela”.
Fuente: versionfinal
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