En acto conjunto, el gobernador Manuel Rosales Guerrero, los alcaldes de Maracaibo y San Francisco, así como el Consejo Legislativo, rindieron un sentido homenaje al Hogar Clínica San Rafael, al arribar a 70 años de labor ininterrumpida en favor de la salud de niños y jóvenes.
En ese sentido, el gobernador Rosales confirió la Orden Lago de Maracaibo, en su Primera Clase, mientras que los Alcaldes de Maracaibo y San Francisco otorgaron la condecoración Honor al Mérito Civil 8 de Septiembre, Única Clase y Orgullo de San Francisco, respectivamente.
En su intervención, el jefe del Gobierno Regional afirmó que hoy se reunían, para rendir homenaje a la invaluable labor de El Hogar Clínica San Rafael, una institución sin fines de lucro, que ha sido faro de esperanza y salud integral para nuestra región.
Recordó que la historia de esta noble institución comienza con la visión de Monseñor Olegario Villalobos, en su rol como Párroco de la Catedral de Maracaibo, quien se comprometió a crear un espacio donde los niños y adolescentes, afectados por la Poliomielitis, pudieran recibir la atención y el cuidado que tanto necesitaban.
Resaltó que el Hogar Clínica San Rafael fue fundada bajo la guía y los valores de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. «Esta Clínica se erige como un ejemplo de compasión y dedicación hacia los más vulnerables, acoge a San Rafael Arcángel como protector espiritual de la misión».
Destacó que para ejecutar la construcción de esta institución, Monseñor Olegario Villalobos encabezó una cruzada de recolección de fondos en la población, apoyado por la emisora La Voz de la Fe. «A esto se sumó la realización de rifas, verbenas y tómbolas en las que se recolectaron, dinero, especias y materiales para la construcción de la sede que tiene en la actualidad».
Rosales sostuvo que esta iniciativa, no solo atendió una crisis sanitaria, sino que también sembró las semillas de un legado de amor y servicio que continúa floreciendo en nuestros días. «El Hogar Clínica San Rafael ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a las necesidades de nuestra comunidad y ofreciendo servicios de salud integral de calidad».
Dijo que cada día, un equipo de profesionales dedicados trabaja incansablemente, para garantizar que los pacientes reciban, no solo atención médica, sino también apoyo emocional y espiritual, en un ambiente que promueve la dignidad, el respeto y la fe. «El padre Olegario partió en 1971, pero nunca su obra decayó. Al contrario, hoy es un referente indiscutible de calidad y bajos costos para los pacientes con 55 especialidades médicas y tratamientos reconocidos en todo el país».
Afirmó que es un honor reconocer el impacto significativo que esta institución ha tenido en la vida de tantas personas, recordándonos a todos la importancia de la solidaridad y el compromiso con el bienestar de los demás. «Cuenten con nuestro apoyo de siempre. En ustedes tenemos la garantía de la eficiencia y la solidez moral para optimizar los recursos y hacer posible la atención directa de los pacientes».
Rosales, para finalizar, citó la maravillosa frase de San Juan de Dios: «Haced bien por amor a Dios, hermanos míos», que nos invita a actuar con bondad hacia los demás, sin esperar nada a cambio.
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