Maracaibo se debate entre las lluvias casi diarias y temperaturas que no descienden de los 35 a 40 grados, un clima extremo que está afectando severamente a la producción agrícola local. Esta combinación de factores ha convertido a las verduras y hortalizas en uno de los rubros más golpeados por el alza de precios. El costo de productos esenciales, como el kilo de cebolla, que ya supera el listón de los $1.98, es un golpe directo al bolsillo que, según los consumidores, «da ganas de llorar».
Condición climática y cultivos
Las condiciones meteorológicas adversas están mermando la producción de vegetales en Venezuela. El problema no es solo el daño directo a los cultivos por las inundaciones o el estrés térmico, sino también la creación de un entorno propicio para la proliferación de plagas y enfermedades.
El ingeniero agrónomo Pedro Aguilar explicó a Noticia al Día la doble vulnerabilidad de los cultivos:
Considera que: «las altas temperaturas inducen una mayor evapotranspiración, por consiguiente, se requiere de más agua para regar los cultivos. Cuando hay zonas con altos sembradíos y déficit hídrico, el riego es deficitario y en consecuencia la producción disminuye».
«En otro caso, la combinación de alta temperatura —que calienta la hoja— y la caída de lluvia, es la fórmula perfecta para la aparición de plagas y enfermedades. Por tal motivo, un alto porcentaje de las cosechas se daña y la oferta disminuye, lo que inmediatamente presiona el precio al alza», consideró.
Además de las plagas, el agrónomo recordó que los eventos climáticos intensos, como las inundaciones, generan daños significativos, y señaló que «actualmente hay pérdidas por vientos en la producción de plátano en el Sur del Lago». Esta vulnerabilidad productiva se ve agravada por la precaria infraestructura de riego y la falta de financiación para el sector.
«Tormenta eléctrica» en el Bolsillo
Factores como las intensas lluvias seguidas de calor extremo han afectado especialmente a las verduras de hoja, dificultando la siembra y reduciendo la oferta disponible en el mercado, dice el experto.
El resultado es un aumento significativo en el costo final. Los datos indican incrementos de hasta un 40% en los precios de los mayoristas en apenas un mes. Este encarecimiento impacta directamente el bolsillo de los consumidores finales, quienes deben optar por sustituir productos o pagar precios elevados por los alimentos de la canasta básica. Una «tormenta eléctrica» para el bolsillo del consumidor.
Noticia al Día / Fotos: Javier Sánchez
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