Desde el centro de Maracaibo, los gremios zulianos alzaron sus voces por un mismo objetivo: aprendizaje de calidad. La lucha, aclararon los maestros, no solo es por un incremento de sus ingresos, sino por unas instituciones educativas con condiciones óptimas para impartir clases
El Zulia inició este lunes con una nueva jornada de protestas. Durante tres semanas consecutivas, los maestros han exigido al Estado un aumento de sueldo que les permita gozar de una mejor calidad de vida pero hoy una nueva petición se suma: el respeto a los derechos de los niños y adolescentes zulianos a recibir una educación digna.
La Secretaría de Cultura, en el centro de Maracaibo, sirvió de espacio para que los docentes, junto con el sector salud, representantes de los jubilados y pensionados y los sindicatos de la región, se reunieran la mañana de este 30 de enero en una multitudinaria manifestación acompañada también por los padres y representantes de las escuelas adscritas al Magisterio.
Con pancartas en mano y una eufórica energía, cientos de personas alzaron sus voces por un mismo objetivo: aprendizaje de calidad. Y es que la lucha, aclararon, no solo es por un incremento de sus ingresos, sino por unas instituciones educativas con condiciones óptimas para impartir clases.
Techos rotos, filtraciones, baños fuera de servicio, servicio eléctrico nulo, pinturas en mal estado, rejas y paredes caídas, pupitres, ventanas y puertas rotas. La infraestructura de los colegios públicos en el Zulia va en detrimento “y a nadie parece importarle” este deterioro.
Alexander Castro, secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza del Zulia (Sindtezul), aseguró a Versión Final que el estado de las escuelas es “deplorable”, lo que quedó demostrado, acotó, en el más reciente informe del Cuerpo de Bomberos donde se dictaminó que “más de 350 escuelas de Maracaibo no están en condiciones para dar clases”.
“No tienen agua ni baños. Muchos niños hacen sus necesidades en la parte de atrás de la escuela por esta situación. Tampoco hay luz ni alimentos. (…) Una escuela destruida hay que reclamársela a quien tiene la obligación, de acuerdo a la ley, de tener escuelas dignas para que se imparta la educación pública”, expuso.
Sin condiciones básicas para una educación pública de calidad
Para hacer este reclamo formal, los protestantes marcharon hasta la sede del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Cpnna) donde consignaron un documento para solicitar el respeto de los derechos de los menores a recibir educación “en una escuela de carácter gratuito, cercano a su residencia, que cuente con espacios físicos, instalaciones y recursos pedagógicos que brinden una educación integral de alta calidad”, normativa que, a juicio del sector educativo, no se está cumpliendo.
“No hay condiciones básicas mínimas para el desarrollo de la calidad educativa. El Cpnna debe garantizar que los niños de Venezuela tengan condiciones dignas para recibir educación porque un pueblo sin escuela está condenado a la miseria, a la ignorancia”, agregó Castro.
El también miembro de la Coalición Magisterial del Zulia aseguró que esta “es una protesta continuada” y seguirán en las calles batallando contra “este patrono criminal que le niega oportunidades de progreso” al futuro del país.
“Los niños deben tener condiciones para aprender”, reiteró.
Por su parte, Marlene Hernández, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), seccional Zulia, cuestionó que el Gobierno “viole de forma continuada” los derechos de los niños y jóvenes que están consagrados en las leyes venezolanas.
La educadora señaló que los reclamos que han hecho desde inicio de año, pero que son de vieja data, deberían ser expuestos ante la comisión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que este lunes arrancó en Margarita un diálogo social tripartito.
“Es el momento oportuno para establecer diálogos y aprobar soluciones. (…) Nosotros seguiremos protestando. Calle, calle y más calle porque no nos cansaremos, aquí estamos dando la batalla, así es el Magisterio venezolano”, manifestó.
Una protesta continuada
Para Hania Salazar, presidenta del Colegio de Enfermería del Zulia, la presencia de la OIT representa una oportunidad para presentar las peticiones del gremio y obtener respuestas inmediatas y reales. Hasta no conseguir soluciones, dijo, “seguiremos en las calles” de toda Venezuela.
“Ya la calle es de los trabajadores, de los médicos, de los educadores, de todos aquellos que dependen de la administración pública. Mientras no tengamos una respuesta positiva nos mantendremos protestando porque nuestros trabajadores están pasando hambre”, indicó.
Esta postura fue reafirmada por Nelly Ventura, secretaria general del Sindicato Único de Empleados Públicos del Sector Salud en Zulia (Sunepsas), quien ratificó que su postura es continuar la lucha por mejoras económicas y condiciones laborales.
“Sí hay dinero porque sino ¿cómo le aumentó (Maduro) el salario a los militares, cómo puede traer carros de otra parte, cómo puede hacer bonches invitando a artistas internacionales?”, preguntó directamente al Ejecutivo nacional.
“No perdamos nuestras ganas de protestar, de exigir”, concluyó.
Fuente: versionfinal
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