Su iniciativa no nació de la abundancia sino de la necesidad. Desde temprana edad, este joven marabino se dedicó a cortar el cabello improvisando su propio lugar de trabajo
Eran las once de la mañana y Yaniel se alistaba en su barbería para recibir a la clientela. Vestido de negro, con el cabello arreglado y afeitado, recibió con una sonrisa a sus clientes. En el corazón de la parroquia Bolívar, donde el pulso de la ciudad late con una energía singular, una historia de resiliencia y emprendimiento juvenil ha capturado la atención de la comunidad. “El barberito” ya no juega a “pelar”, pues todo su equipo frente al espejo le da un aire de profesional que ha permitido que, desde ahora, la clientela se le haya multiplicado entre 8 y 10 personas al día
Vienen buscando servicio personas de todas las edades, sobre todo madres que traen a sus hijos, pero me gustaría hacerle un servicio de barbería al nuevo gobernador Luis Caldera y a Diosdado Cabello, si es posible”, dijo a los reporteros al momento de sentarse frente al espejo.
Se trata del joven de apenas 13 años, Yaniel Medina, quien, contra todo pronóstico y desde una edad temprana, ha forjado su camino en el oficio de la barbería, transformando un modesto inicio bajo un árbol al lado de la llamada Cañada Lara, detrás del Hospital de Niños en Maracaibo, en un próspero negocio propio en la vivienda de su abuela, en la avenida 8 entre calle 92, sector Veritas. Todo ello para apoyar a su humilde familia.
La vida de este adolescente ha sido un testimonio viviente de cómo la necesidad agudiza el ingenio. Proveniente de una familia de escasos recursos, sus juegos infantiles fueron sustituidos por la determinación de contribuir económicamente a su hogar.
La chispa inicial la encendió un familiar, quien le prestó una máquina de afeitar. Con esta herramienta en mano y una voluntad férrea, el joven comenzó a ofrecer sus servicios de corte de cabello. Su primera “barbería” no fue un local sofisticado, sino el espacio humilde y acogedor bajo un frondoso árbol, a orillas de una cañada, donde amigos, vecinos y familiares se convirtieron en sus primeros clientes.
Este inusual escenario, con un pequeño espejo improvisado y el zumbido de la máquina de afeitar, se convirtió en un símbolo de su dedicación. Mientras otros niños de su edad disfrutaban de los juegos tradicionales, él perfeccionaba su técnica, demostrando una madurez y un compromiso poco comunes para su corta edad.
Su historia es un claro ejemplo del espíritu emprendedor que caracteriza a la juventud marabina, que no se amilana ante las adversidades y busca soluciones creativas para salir adelante.
A nadie le falta Dios
Yaniel vive con su abuelita, Elsa Faría, y su hermano Yoniel Medina, quienes conversaron hoy con Noticia al Día, después de que fue inaugurada su pequeña barbería, que @javistore logró levantarle con la ayuda de muchos amigos comerciantes que hicieron aportes para hacer realidad el sueño del adolescente, quien, desde que tenía cinco años, tenía como juego preferido cortar el cabello a sus familiares.
La ayuda que siempre caracteriza al pueblo zuliano no tardó en llegar. El comerciante Javier, a través de las redes sociales —incluyendo Instagram—, mostró la particular escena del joven barbero bajo el árbol. Impresionado por su talento y determinación, decidió grabar un video del adolescente en acción y publicarlo en sus redes sociales.
Nosotros, como diario de gran circulación, no escatimamos en hacernos eco del caso, considerándolo como una obra social de gran importancia, y publicamos un reportaje que se volvió viral rápidamente, resonando con miles de usuarios conmovidos por la historia.
Una gran solidaridad
La publicación de Noticia al Día desató una ola de solidaridad. Comerciantes y ciudadanos de Maracaibo, movidos por el deseo de apoyar el talento y el esfuerzo del joven, se unieron para brindarle una mano amiga.
Gracias a esta colaboración desinteresada, el adolescente logró lo impensable: transformar un rincón de la casa de su abuela en un salón de barbería formal. Ahora, con un espacio adecuado y las herramientas necesarias, atiende a su creciente clientela, consolidando su sueño y demostrando que la generosidad y el trabajo duro pueden cambiar vidas.
La historia de este joven barbero es más que un simple relato de emprendimiento; es un recordatorio potente del valor de la ayuda mutua y del inquebrantable espíritu de superación que anida en cada rincón de Maracaibo.
Su ejemplo inspira a creer en el potencial de la juventud y en la capacidad de la comunidad para construir un futuro mejor. La ayuda a Yaniel continúa, incluso desde el exterior, desde donde le están ofreciendo cursos de barbería con los últimos avances en la materia. Sin embargo, necesita contar con una red de internet para poder mantener el contacto con las instituciones que le ofrecen el apoyo.
El barbero más joven de Maracaibo, como lo llamamos desde un principio, pide ayuda a quienes puedan aportarle el servicio de internet para cumplir con la última fase de su anhelo: ser el mejor.
Noticia al Día
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