«Superaremos la crisis del agua iniciada en mayo de 2021 y dejaremos atrás la turbidez y los largos tiempos de frecuencia a partir del lunes 6 de septiembre», aseguró el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, este sábado 4 de septiembre durante la inspección final y puesta en marcha de la planta potabilizadora del norte (Wüinpala) al 100 por ciento de su capacidad operativa.
Desde la planta ubicada en el municipio Mara, Casanova explicó junto al presidente de Hidrolago, Jorge Silva, que los trabajos ejecutados permitirán incorporar mil 600 litros de agua por segundo al sistema que surte al noroeste de Maracaibo, lo que se suma a los mil 200 litros anteriores para un total de 2 mil 800 que llegan por gravedad a las parroquias Antonio Borjas Romero, Venancio Pulgar e Idelfonso Vásquez; y por bombeo a varios sectores de las parroquias Francisco Eugenio Bustamante, San Isidro, Raúl Leoni y Caracciolo Parra Pérez.
“El sistema de agua de Maracaibo está protegido porque tiene dolientes”, exclamó Casanova tras reiterar que el logro es fruto del convenio entre el gobierno bolivariano y la UNICEF, junto al trabajo articulado de la Alcaldía Bolivariana de Maracaibo con el Ministerio de Atención de las Aguas e Hidrolago, apoyado por la gobernación del Zulia y las cuadrillas territoriales.
Esta armonía ha permitido modernizar el sistema de potabilización de agua, así como contar con el sistema de bombeo funcionando plenamente. A lo que se suma el mantenimiento sistemático y constante, con cuadrillas territoriales apoyando la atención a las fugas y el Plan para la Sustitución de Válvulas llevado a cabo por la Dirección General de Servicios Públicos.
Adiós a la turbidez
El alcalde Casanova recordó que este año se presentó una crisis compleja con las fuertes lluvias en ríos y el arrastre importante de sedimentos que afectó las plantas potabilizadoras que abastecen la ciudad, justo cuando la planta norte (Wüinpala) atravesaba un proceso de mantenimiento integral con la UNICEF, y la planta Alonso de Ojeda (Planta C) era modernizada y ampliada con recursos provenientes de la municipalidad.
Sin embargo, esas y otras labores continuaron, como la instalación de la quinta línea del embalse Tulé, un sistema de bomba y un motor que entró en operaciones el ayer, 3 de septiembre de 2021, y que ahora garantiza el bombeo de más de 13 mil litros por segundo a las dos plantas que surten los municipios Maracaibo, Mara, una parte de San Francisco, Jesús Enrique Lossada y Miranda.
Por otro lado, también se instaló una válvula en el sector Cotoperi que garantiza el abastecimiento de muchos sectores de las parroquias Francisco Eugenio Bustamante, San Isidro, Raúl Leoni y Caracciolo Parra Pérez.
A su vez, se ha realizado una inversión permanente para mantener activos todos los motores y bombas de las cuatro estaciones de bombeo de la ciudad: el estaque Sur (Pomona) y el estanque Redondo (Carro Chocao’), en la parroquia Manuel Dagnino; la estación de bombeo Santa María, parroquia Chiquinquirá; y el estaque Norte (Plataneros), parroquia Francisco Eugenio Bustamante, del cual adelantó que se le duplicará la capacidad para surtir correctamente varios sectores altos.
Sistema sin fugas
Otro aspecto destacado por el alcalde Willy Casanova fue la eliminación de las fugas en el sistema. Dijo que “no se puede perder una gota después de todo el esfuerzo hecho para traerla, además de que el agua es enemiga del asfalto y daña la vialidad que también hemos ido recuperando”.
Anunció que, como parte del trabajo articulado por Hidrolago, el Ministerio de Agua, las alcaldías de Maracaibo y Mara y la gobernación del Zulia, serán reparadas las grandes fugas entre los embalses, el sistema de bombeo y las plantas potabilizadoras que surten a la ciudad.
Por otro lado, la próxima semana serán incorporados cinco camiones equipados y destinados únicamente al control de botes de agua, con los que se iniciará un plan para corregir cada fuga en la ciudad con apoyo de las cuadrillas territoriales.
Wüinpala renovada
El presidente de Hidrolago, Jorge Silva, explicó que el mantenimiento integral de la planta potabilizadora Wüinpala se extendió por 14 meses, para instalar un nuevo sistema de sistema de dosificación de sulfato y un nuevo sistema de cloración para desinfectar adecuadamente el agua cruda.
Detalló que se instalaron nuevas válvulas en las galerías filtrantes y en los alimentadores, entre otros trabajos que adecuaron el sistema eléctrico y el almacenamiento de productos químicos, además de incorporar equipos de laboratorio para el monitoreo constante de la calidad de agua.
Silva explicó que hoy Wüinpala recibe el agua con una calidad de 95 NTU (unidad en la que se mide la turbidez de un fluido), mientras que distribuye los 2 mil 800 litros por segundo para el consumo con apenas 15 NTU. Indicó que hace mes y medio el agua alcanzaba el intratable índice de 3 mil NTU, al punto de ser incapaz de recibir suficientes químicos sin convertirse en un peligro para el consumo humano.