A pesar de los esfuerzos, la producción de desechos sólidos y una política, tal vez agotada, merman la calidad en el servicio de recolección de la Alcaldía de Maracaibo y por mucho que traten de cubrir la ciudad, ésta, su tamaño y la imposibilidad de contar con la cantidad de camiones requerida, dificultan que el plan de limpieza sea permanente.
Hay un componente de responsabilidad social e institucional que es compartido; el institucional versa en una política de recolección que no ha resultado por lo costosa e insuficiente para una ciudad de tal magnitud como Maracaibo. La social es un tema de consciencia ciudadana.
Esta práctica, la de quemar basura, tan nefasta y en extremo dañina para el ambiente y el ser humano se había dejado de observar en la capital zuliana, pero, ante la acumulación de basura, principalmente en corredores viales, donde se aprecian contenedores abarrotados, la gente ha vuelto a quemar para alejar moscas, ratas y malos olores.
Sin embargo, es peor el remedio que la enfermedad. Por aquí ya se ha presentado un proyecto sostenible, novedoso y mucho más eficiente, pero, las autoridades no lo acogen y los resultados están a la vista.
Si no cambia el modelo de gestión, no cambiará el rostro de la ciudad. Si no se hacen las cosas de manera diferente, no se obtendrán resultados diferentes.
Pero, ¿No hay quien haga cumplir la ley?
El problema de la quemadera y del mal vertido de los desechos pasa también por la impunidad. Solo basta hacer un estudio semanal del comportamiento de recicladores informales y ciudadanos que se acercan a los contenedores a lanzar basura sin clasificarla, de manera desordenada; allí tiran ramas de árboles, escombros de construcción y hay, desde luego, responsabilidad de algunos comercios cercanos sin que a esta práctica haya ley que les regule.
La impunidad también tiene su cuota en el hecho de que la gente haga lo que le de la gana, porque, saben que no habrá castigo. Es la eterna historia.
Las fotografías fueron registradas este lunes, 23 de enero en los contenedores dispuestos frente al Centro Comercial San Rafael, Circunvalación 2, donde, a pesar de que el aseo realiza sus jornadas de recolección, más es el basurero que abunda que los días que eso pasa limpio…No se ha podido resolver.
NAM/Redacción/Fotos: Cortesía
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