“Creo que si me corto el pelo, moriré. No me atrevo a cambiar nada, ni siquiera a peinarlo”, dijo Chien en su pueblo, ubicado a unos 80 km al oeste de la ciudad de Ho Chi Minh.
Si bien las medidas de aislamiento por el coronavirus hicieron que muchos hombres alrededor del mundo dejaran crecer su cabello más de lo habitual, ninguno se compara con el vietnamita Nguyen Van Chien, quien ha pasado casi 80 años sin un corte.
El hombre de 92 años de la región sur del delta del Mekong es el orgulloso dueño de rastas de cinco metros de largo, debido a su creencia en una fe que prescribe dejar intacto aquello con lo que nace una persona.
Agencias